En Linea
Hay 13022 invitados y ningún miembro en línea
Tu dirección IP es: 44.200.171.156
Histórico
Entradas Más Vistas
- Características principales de un motor de combustión interna
- Fábrica de condiciones climáticas de Ford
- La siniestralidad vial también en app
- Lexus ROV, diversión sobre hidrógeno
- Así se entrena en Fórmula 1
- Concentraciones de clásicos
- El futuro según Audi
- Visión de los pilotos de F1, se ve bastante poco!
- El futuro eléctrico: ¿portátil y unificado?
- Vista segura en conducción
Usuario Locos
Últimos temas del Foro
-
Mecánica
Como siempre solemos decir en Locos del Motor, la seguridad es la base de todo, así que tenemos que preocuparnos por ella y asegurarnos de que nos ayuda a seguir vivos, ya que siempre hay alguien esperándonos en casa. Desde el punto de vista sensorial, podemos decir que la vista es el sentido clave en conducción, así que sí o sí necesitamos tener una buena visibilidad para estar más seguros.
Las condiciones no siempre son las mejores, y a menudo podemos encontrarnos niebla, un temporal de nieve o agua, falta de iluminación en la carretera o problemas provocados por otros coches como el desliumbramiento, o por nuestro propio vehículo con iluminación deficiente, entre otras cosas.
Es por eso, que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para que las condiciones de visibilidad sean las mejores posibles en todo momento. Sí, también hay regulación obligatoria al respecto, pero no debemos cumplir el expediente, sino estar convencidos y probar que nuestras condiciones de visibilidad son las mejores que podemos tener.
Por eso el sistema de iluminación de nuestro vehículo debe estar en buenas condiciones para que nos de su mayor y mejor rendimiento. Los faros deben alumbrar bien y a la altura correcta, sin sobrepasar el límite de altura ya que podemos impactar en la visión de los coches que vienen de frente, y sin llevar nuestros faros demasiado bajos, ya que perderán eficacia y nosotros calidad de visión. Pequeño inciso, ante la duda de comprar un vehículo con sistema de iluminación nuevo o uno más antiguo, no debe haber lugar a dudas, el nuevo siempre, ya que nos garantiza mejor luz y por tanto mayor seguridad.
Es clave ver lo mejor posible sobre todo de noche o en situaciones peligrosas. De hecho, una de las cosas de las que más orgulloso me siento de mi vehículo, es del sistema de iluminación. Es la noche y el día, y por más caro que sea respecto al sistema más convencional, prefiero conducir con mayor índice de confianza y seguridad. Quiero llegar sano y salvo a destino, no hay más.
Toda la iluminación es clave, pero los faros delanteros son los que deben guiarnos en nuestro camino, tanto para ver nosotros como para que nos vean los demás. El reglaje debe ser hecho de manera eficiente, así que mejor tirar de profesionales. Es una tarea sencilla y rápida para ellos, y valiosísima para nosotros.
Antes de entrar en cómo solucionar el problema, vamos a pensar que puede provocarlo. Es pura lógica, existen vibraciones que se transmiten a todo el vehículo provocadas por el motor y el suelo, entre otros factores. Sin duda éstas hacen que con el tiempo, la altura de los faros vaya disminuyendo poco a poco. También pueden bajarse por una incorrecta instalación o manipulación. Los golpes, por pequeños que sean también contribuyen. También hay que pensar en los guardias dormidos y rotondas, que siempre contribuyen a flexionar y torsionar la carrocería y de ahí el movimiento de ciertos componentes. Y por último, la carga que llevemos también puede influir ya que las inercias del movimiento del vehículo tienden a aumentar.
Antes de ponernos a solucionar el problema, debemos asegurar que cumplimos con ciertas normas básicas, como por ejemplo que los 4 neumáticos estén inflados con su presión óptima y a poder ser tener el tanque de combustible a mitad de carga. Los amortiguadores deben estar en buen estado y bien nivelados. La altura de faros debe estar alineada con la posición cero, es decir, la más baja posible. El coche debe estar recto y sobre firme plano, y la pared donde haremos el calibrado debe estar en buenas condiciones, perpendicular al vehículo y recta también. De nuevo todo cosas lógicas, pero que hay que cumplir para hacerlo bien.
Vamos a ello, primer paso: colocar el coche y marcar. Se pone el coche a 30 cms de la pared y se encienden los faros. Se mide la distancia desde el centro de los faros al suelo. A esa altura, se pega la cinta en posición horizontal sobre la pared y, con dos tiras de cinta adhesiva en posición vertical, se forma una “T”, marcando el centro de los focos. A continuación, se mueve el coche marcha atrás para dejarlo a una distancia de 10 metros de la pared. Si no se dispone de tanto espacio, también se puede colocar a 5 metros de la misma, aunque luego habrá que corregir los cálculos para adaptarlos a esa distancia. Por esa parte no hay problema, es una regla de 3.
Segundo paso: poner una cinta adhesiva de corrección, además de otra línea en posición horizontal. Para ello, debemos calcular la distancia a la primera línea según el ángulo de inclinación del faro y también según la distancia a la pared. Consulte la pegatina que lleva el faro con la información sobre su ángulo de inclinación. Si el ángulo de inclinación es de 1,2°, a una distancia de 10 metros de la pared esto supone que la línea de corrección debe encontrarse 12 centímetros por debajo de la primera línea que marcamos. Si la distancia es de 5 metros con la misma inclinación, la línea de corrección quedará 6 cm por debajo. Son matemáticas simples.
Tercera etapa: encender los faros y comprobar. Cuando encendamos los faros a la distancia de 10 metros, el centro del cono de la luz debe tocar la línea de corrección horizontal. Por otra parte, el haz de luz principal debe caer entre las dos líneas verticales que hemos marcado.
Y cuarto y último paso: ajustar los faros según las referencias. Se realiza girando los tornillos de regulación de faros delanteros que estos llevan en su parte posterior. Uno de los tornillos sirve para ajustar la altura de las luces del coche y otro para la inclinación horizontal del faro. Una vez el ajuste sea el adecuado, tendremos alturas correctas para una buena época si no tenemos golpes, aunque conviene revisarlo cada cierto tiempo para asegurar que no caen.
Eso sí, no todos los tipos de luces pueden ajustarse de esta manera, y sobre todo las más modernas, pueden ajustarse mediante botones y electrónica, así que toca pasar por el taller sí o sí. Recuerda, esto sí es por tu seguridad y por la de los que te rodean. Merece la pena ir al taller sin duda.
Adrián Osés, Locos del Motor
-
Noticias
La historia del automóvil ha visto nacer, crecer y morir a muchísimas marcas de producción de vehículos. Muchas nacieron a lo largo de los años, pero no todas continuan operativas en la actualidad. Otras en cambio, han ido creciendo hasta convertirse en empresas gigantes del sector a nivel mundial. Y, por último, hay algunas que a duras penas sobreviven o han conseguido no morir en el intento.
Es el mercado de cualquier tipo de artículos, la competencia suele ser feroz, y la gestión de las empresas tampoco es tarea fácil debido a la gran cantidad de obstáculos con los que se encuentran a lo largo y ancho del tiempo. En este sector también ocurre eso de si no puedes con tu enemigo, únete a él, y de ahí los grupos automovilísticos que han ido creciendo poco a poco hasta dominar más de 2/3 de la producción de vehículos a nivel global.
Se dice pronto ¿eh? 2 de cada 3 vehículos vendidos en el planeta Tierra pertenecen a algún grupo automovilístico. Y en los últimos años estos números no han hecho otra cosa sino crecer. Es normal la verdad, la época que estamos viviendo con incertidumbre e inflación como grandes protagonistas, hace que, o te compran o unes a un grupo, o los pagos te ahogan y terminas en la quiebra y fuera de juego.
Podemos comparar el mundo del automóvil con el mundo de los bancos, donde, si recapacitais, seguro os acordáis de la gran cantidad de entidades financieras que había hace unos años, y en cambio ahora, apenas hay 5 o 6 grupos que dominan el mundo bancario. Algunos bancos aún mantienen sus nombres, pero ya no son independientes y fueron pasto de compras, fusiones, o absorciones por parte de otros más grandes. Incluso algunos "venden" que se han unido a otros para hacer una sociedad más fuerte. Llámalo X, pero la realidad es que sólo, es más complicado sobrevivir debido a lo complicado de los mercados, la inflación, el aumento de costes, la complejidad de cerrar ventas en este mundo tan cambiante, y un largo etc, y de ahí las uniones y grupos.
En el mundo automotriz, los grandes dominadores son los grupos. Comentamos sólo sobre algunos como el Grupo Toyota o el Grupo Volkswagen, que dominan los números de ventas anuales a nivel planeta. Si no fuese por la gran cantidad de marcas y cómo se complementan unas a otras, los componentes de estos grupos no serían nada de forma individual. Gran ejemplo el de la alianza Renault-Nissan, que ya tiene otros socios como Mitsubishi y que probablemente sean más en breve. Poco más que aportar a la larga lista de marcas del Grupo Stellantis, otro gran ejemplo de que la unión hace la fuerza y salva marcas que estaban cerca de desaparecer.
No es sólo unirse, sino también buscar reducir costes y compartir componentes o desarrollos. Incluso fabricar un autobastidor para todos los modelos pequeños de varias marcas, o "alquilar" tus líneas de producción para que otra marca pueda fabricar su modelo equivalente al tuyo en tu línea es otra gran iniciativa. Trabajar una vez en lugar de varias y compartir aprendizajes es clave para ello y se demuestra día a día en los grupos.
También existen otras formas de sobrevivir que formar parte de un mega grupo de automoción, como que venga un país o familia real con petrodólares rebosando sus carteras y que te compre, aunque ahí se suele perder todo poder de decisión y la marca pasa a ser un juguete en manos de ricachones. Para eso, quizás mejor entrar a formar parte de un grupo, donde seguro los que mandan intentan que la marca siga prosperando y evitan que desaparezca.
En los últimos años, las dificultades e incertidumbres son, más que las que estábamos aconstumbrados a soportar años atrás, y por eso, este es el momento de unirse a otros, o morir en el intento de sobrevivir. La vida y sus obstáculos, intentan comernos a todos, así que hay que adaptarse a las adversidades o morir, y una de las opciones es unirse en grupo, quizás es la única inteligente hoy en día.
Adrián Osés, Locos del Motor
-
Artículos de opinión
Está claro que cada vez hay menos cosas gratuitas, y que en mayor o menor medida, nos toca pagar otras según seamos usuarios o no. Los pagos fijos de impuestos y pagos mensuales como hipotecas o vehículos, tenemos que hacerlos sí o sí. Si no lo hacemos entraremos en problemas muy poco deseables.
Luego hay otros gastos que podemos llamar "optativos", y que dependen de nuestro comportamiento y uso (o no) de esos servicios. Un ejemplo claro es el bono del autobús para ir a trabajar, si lo usamos hay que pagarlo, pero podemos ahorrárnoslo si vamos andando, en bicicleta o en patinete eléctrico por ejemplo.
Otro gran ejemplo es la zona azul, o verde, o de cualquier otro color, que hay en prácticamente la gran mayoría de ciudades españolas. Incluso muchos pueblos están optando por esta técnica para recaudar unos fondos importantes. Si vamos al centro y queremos aparcar tenemos normalmente 2 opciones: un parking privado que no suele ser muy asequible, o la zona de pago comúnmente conocida como O.R.A.
Eso sí, si queremos ahorrarnos esa zona azul, podemos ir al centro andando, en bicicleta, patinete eléctrico o ciclomotor, que normalmente tampoco pagan, pero ¿y si no pagamos la zona azul? La respuesta lógica es sencilla, hay que pagar, existen unas normas y para eso están, por lo que debemos cumplirlas y pagar religiosamente.
El tema es que en la mayoría de zonas azules debemos renovar nuestro ticket cada X periodo de tiempo que suele oscilar entre los 90 y los 120 minutos. La verdad es que si vas una mañana completa al centro a hacer cualquier gestión, es un tiempo insuficiente y tienes que volver a poner otro ticket. Algunos dirán que esto ya no es un problema ya que podemos renovar nuestro ticket a través de nuestro móvil, pero al final es lo mismo, hay que estar pendiente, y si te olvidas de hacerlo, te expones a una multa, o lo que es peor, a que la grúa municipal se lleve tu vehículo y tengas que perder varias horas en ir a recuperarlo y pagar tanto la multa de retirada de vehículo como la salida de la grúa, que no suele ser una minucia.
Hay una ventaja de la zona azul que a mi particularmente me gusta mjucho, y es que en la mayoría de sitios, tienes derecho a una pequeña porción de tiempo que suele ser gratuita. Eso viene muy bien cuando el recado que vas a hacer es algo rápido, llegas, aparcas 15 minutos sin pagar, y te vas sin haber desembolsado nada ni tener que preocuparte por tu vehículo. Y hay otra cosa, que no os voy a recomendar, pero sin duda vosotros decidiréis si os compensa o no, pero en alguna ciudades, si no renuevas tu ticket o directamente no lo pagas, las multas pueden llegar a ser de 5 €. No está mal desde el punto de vista que apenas es algo más caro del tiempo que has dejado tu coche aparcado (e incluso puede ser más barato), se puede pagar directamente en el parquímetro cuando te vas y te ahorras un dinero diario según la situación. Eso sí teneis que aseguraros de que ocurre en esa ciudad, ya que puede que la grúa actúe de inmediato o las multas sean de 80 € o de incluso 200 €.
Cada ciudad o pueblo español suele estar regulado por los ayuntamientos, así que es mejor informarse bien antes para evitar sustos, pero podéis planificar un día entero de vuestro coche en el centro de la ciudad por un máximo de 5 €, ¿no está mal eh? A valorar. Lo que está claro es que de nuevo, las normas son diferentes en pueblos vecinos, y ya no hablemos en comunidades vecinas.
Adrián Osés, Locos del Motor