Vamos a ser francos, tener cualquier tipo de problema de movilidad es un gran hándicap, aunque, como todo en esta vida, hay que intentar sobreponerse y adaptarse lo mejor posible, para intentar tener una vida plena. El mundo del automóvil no está exento de proporcionar soluciones ante estos obstáculos, que todos nosotros podemos tener en cualquier momento de nuestras vidas. Ojalá que no nos ocurra ningún contratiempo a nadie, pero no estamos exentos de que pueda pasarnos.
Es por ello que todos los fabricantes de automóviles, y muchos talleres especializados, piensan en las personas de movilidad reducida, ya sea permanente o temporal, que no deja de ser un impedimento para hacer vida "normal". Por ello, adaptar los vehículos es una solución que suele ayudar mucho a las personas con este tipo de problemas.
Existe la opción de encargar el vehículo con las modificaciones necesarias para que sea fabricado ya de esta manera, o también "actualizar" un vehículo ya usado a las necesidades del conductor con movilidad reducida. Todo será adaptado según el tipo y el grado de discapacidad del usuario. En la segunda opción, donde te modifican lo que necesites, existe la opción de acudir a un taller homologado para que lleve a cabo los cambios necesarios en el vehículo. Hay que destacar que, compremos nuevo o decidamos adaptar un vehículo ya usado, siempre será necesario un reconocimiento médico que evalúe la minusvalía en cuestión.
Discapacidades física hay muchas, pero podemos dividirlas en 2 grandes bloques. El primero, el relacionado con la accesibilidad y colocación del vehículo. Generalmente nos referimos a las personas que se mueven en silla de ruedas o utilizan muletas o bastones para su vida diaria. El segundo bloque, son las personas que tienen dificultades para conducir, como por ejemplo tener alguna extremidad limitada por lo que se debe modificar los principales "inputs" del conductor sobre el coche como puede ser el acelerador, el volante, el embrague o el freno, entre otros sistemas.
En el segundo bloque, el de adaptar la conducción del coche, también existen muchos sistemas para paliar la falta de funcionalidad de las extremidades superiores o inferiores. Los más comunes son los controles manuales que sustituyen las funcionalidades de los pedales, ya sabéis, acelerador, freno y embrague. Hay muchas variantes según la necesidad, pero los más comunes suelen instalarse de forma independiente y otros menos comunes combinan el sistema de aceleración, el de freno de servicio y el de embrague. También existen telemandos multifunción para otras tareas que debemos realizar cuando conducimos, como tocar el claxon, activar el limpiaparabrisas o poner los intermitentes.
Este tipo de modificaciones, alteran el vehículo de manera sustancial, por lo que no se pueden hacer así como así, y deben ser legalizadas en la ITV. Normalmente se necesitan ciertos documentos para ello, entre ellos, el certificado del fabricante del vehículo donde se especifique que pueden llevarse a cabo las modificaciones, el certificado del taller donde se ha realiado la adaptación con la debida explicación técnica de los cambios realizados, y el certificado médico oficial o permiso de conducir donde se especifiquen las limitaciones físicas del conductor. Tiene sentido, ¿no os parece?
Todo lo que podamos hacer para que todos podamos movernos de la mejor manera posible, es siempre bien recibido, y recordar, todos podemos sufrir cualquier percance que nos llimite la movilidad, así que debemos pensar siempre en que todas las personas tengan siempre acceso a la posibilidad de moverse libremente y con seguridad.
Adrián Osés, Locos del Motor