Es muy habitual pensar que tiempos pasados fueron mejores, y en realidad, a veces es verdad. Normalmente no suele poder compararse una época con otra sin ser subjetivos, ya que las circunstancias suelen cambiar y nuestras percepciones dependen de unas cuantas variables que no solemos poder comprobar.
Para nosotros, comparar suele ser casi imposible, y tendemos a pensar que otras épocas simplemente fueron diferentes a la actual. Ni mejores ni peores, todo depende de como se mire y en qué nos fijemos. Hoy vamos a hablar del DTM, conocido en el mundo del automóvil de competición como el Campeonato Alemán de Turismos, o si nos ponemos exquisitos, el Deutsche Tourenwagen Meisterschaft desde el año 1984 y la nueva serie Deutshe Tourenwagen Masters desde el año 2000.
Diferentes épocas y temporadas con ajustes y cambios en la reglamentación, con cambios en los tipos de vehículos utilizados y con las mejores marcas entrando y saliendo del campeonato según diversas circunstancias. Enormes pilotos que han triunfado en otras en esta y otras competiciones punteras del automovilismo de nuestro planeta. En definitiva, muchos cambios pero siempre intentando favorecer el espectáculo y la igualdad para que las marcas quieran seguir apoyando el certamen y para que los aficionados se lo pasen como niños disfrutando de la vida.
Y nos preguntamos, ¿fue mejor antes que ahora? Ni sí, ni no. El campeonato alemán siempre ha sido y sigue siendo un gran espectáculo en cuando a igualdad, competitividad y carreras cuerpo a cuerpo en el mundo de los turismos. Mucho contacto en pista, con la posibilidad de ver en acción algunos de los mejores vehículos de marcas punteras, y sin duda una gran cantera de pilotos que posteriormente abastecen a competiciones reinas como la Fórmula 1, los rallys, el rallycross, la Fórmula E, el WTCR, y demás fiestas de la competición.
Hoy en día, los vehículos del DTM disponen de los avances tecnológicos en pro de la seguridad y la regulación hace que ninguno de los componentes mecánicos de los vehículos de carreras se lleven al límite. En cambio, hace no tanto años, todo era parte de buscar ese plus para poder llegar a la meta primero y conseguir ese preciado y ansiado prestigio que da ganar una carrera o incluso llegar a ser campeón. Lo que está claro, es que tanto antes como ahora, iban y van al límite, ¡y eso es puro espectáculo!
Adrián Osés, Locos del Motor