Como sabemos la teoría y la práctica no siempre van de la mano, por lo que en el mundo de los vehículos se suele medir la potencia real de los vehículos en el banco de pruebas.

Para que los datos y resultados sean fiables debemos asegurarnos de varias cosas antes de realizar la prueba. Ante todo debemos velar por la seguridad de las personas para evitar potenciales accidentes.

Primero de todo, debemos asegurar que el vehículo está en estado correcto. Es decir, con presiones de las ruedas en objetivo y todas ellas de igual valor. El líquido refrigerante en buen estado, en objetivo de temperatura de trabajo y dentro de marcas de nivel. Y el aceite también dentro de marcas de nivel y a la temperatura adecuada para el funcionamiento correcto del vehículo.

Una vez los parámetros sean óptimos, subiremos el vehículo al banco de pruebas para estabilizarlo. Punto muy importante anclarlo/sujetarlo de forma segura para que esté en la posición objetivo para el test.

En este momento se puede realizar la prueba de aceleración progresiva para posteriormente analizar los datos obtenidos. Podremos ver el máximo par motor y a que número de revoluciones lo alcanza. También la potencia desarrollada y perdida, cuya suma será la potencia real de nuestro vehículo. Y además un motón de parámetros técnicos que podremos analizar a fondo para poder mejorar nuestro coche. Para que queda más claro os enseñamos como se hace:

https://www.youtube.com/watch?v=WMZ9vt1JDSc

Parece sencillo, pero este tipo de test pueden acabar mal si no tenemos en cuenta ciertas cosas. Importante pensar antes de actuar, ya que sino podrían ocurrirnos sustos como estos:

https://www.youtube.com/watch?v=lcDq2FLzBjw


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