Aunque muchas veces pueda parecernos muy obvio, el sentido de la vista es imprescindible para conducir, pero no siempre le sacamos el partido necesario para mantenernos lo más alejados de los peligros que sea posible.
Siempre que estamos realizando cualquier tarea, si ponemos los ojos y la atención en la tarea que estamos realizando, los riesgos de sufrir accidentes, golpes, caídas, etc bajan de manera considerable. Si además de observar lo que estamos realizando, conocemos la tarea a realizar porque la hemos hecho otras veces, esa ventaja que tenemos desde el punto de vista de la seguridad.
Cuando estamos conduciendo, solemos cometer un error bastante común, que es mirar hacia adelante pero no a lo lejos. Para reducir sustos o imprevistos, la clave es anticiparse, y si podemos ver que ocurre 150 metros delante de nosotros, mejor que ver tan sólo los siguientes 30 metros a recorrer.
Imaginad que hay un grupo de animales en la calzada o una retención y podemos verla a lo lejos. Ya estaremos avisados para comenzar a reducir la velocidad de nuestro vehículo, marcar el peligro a los vehículos que circulan a continuación nuestra y ponernos alerta ante un potencial frenazo brusco. 
En cambio, si no prestamos antención a lo que ocurre a gran distancia, nos encontraremos el peligro de forma repentina y el margen de maniobra será mínimo o incluso nulo, y el accidente será inevitable.
Un buen consejo para mirar a larga distancia es colocarse el asiento a una altura a la cual no se vea el morro del vehículo, para evitar mirarlo como antiguamente se recomendaba. Cuanto más bajos vayamos sentados, más "nos forzaremos a mirar al horizonte" pudiendo ganar esas décimas de segundo o incluso segundos enteros que nos salven la vida y la de las personas que vayan con nosotros en nuestro vehículo.
En cualquier conducción de la vida cotidiana es muy importante saber que hace el vehículo que nos precede, o que intenciones tiene ante un cruce, un posible adelantamiento, una salida en una rotonda, etc. Siempre debemos marcar nuestras siguientes maniobras para que el resto de conductores se adecúe a ellas y evitemos posibles accidentes, pero en el mundo de la competición la cosa cambia.
Hay muchos ejemplos donde el piloto que va detrás mantiene al que le precede como referencia. Suelen tomarlos como ayuda para conseguir una buena trazada, saber donde frenar, estudiarlos para intentar adelantamientos, etc, pero si van en intento de vuelta rápida y el piloto que va delante se sale de pista, normalmente los que van detrás también sueln salirse, o al menos despistarse y tener que abortar ese intento de vuelta rápida.
Como veis, es muy importante tratar de anticiparse a los acontecimientos en la medida de lo posible y ganar tiempo de reacción para tener opciones de salvar nuestras vidas o evitar accidentarnos. Como se suele decir, hay que mirar al futuro asegurando el presente. No es fácil acostumbrarse a mirar lejos, pero debemos recordar que nos ayuda y mucho.
Adrián Osés, Locos del Motor.
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