Para que los grandes premios y las carreras que todos vemos por la tele o en los circuitos se puedan celebrar hay mucho trabajo y personas detrás. Los equipos no sólo se reducen a pilotos, ingenieros y mecánicos, y muchas otras personas son imprescindibles para que todo se haga realidad.
Cocineros, montadores de motorhomes, relaciones públicas, camareros, trabajadores de prensa y un largo etc también son pilares de los equipos de carreras. Sin ellos no sería posible la competición aunque no aparezcan por la tele. Otra gran figura es la de los conductores de camiones logísticos de cada equipo. Ellos se encargan de que los vehículos y todo lo necesario para las reparaciones llegue al siguiente circuito.
Es un trabajo duro ya que los kilómetros acumulados no son los mismos que hacemos el resto de personas para ir a trabajar (normalmente). En el equipo Repsol Honda las máquinas de transporte son los Iveco S-Way que suelen recorrer unos 16.000 kilómetros en la gira europea del mundial de Moto GP.
Aunque pueda parecer que las distancias entre países europeos no son excesivas y que los organizadores del mundial estudian las mejores combinaciones de cercanía para reducir los tiempos del transporte de material, no quita que los conductores inviertan grandes dosis de tiempo para que los grandes premios se celebren como marcan las reglas de la competición.
Os podéis imaginar que viaja en los camiones: herramientas, piezas de recambio, materiales para cocinar y montar sitios para dar de comer a todos los miembros del equipo, oficinas del equipo, áreas de descanso, etc. Todo tipo de comodidades y tecnología a bordo que favorecen la vida del equipo, aunque, por otra parte, mejor que sea así ya que están fuera de casa durante 7-8 meses al año con no muchos descansos de por medio.
Eso sí, al Iveco S-Way lo definen su estética, seguridad y comodidad, y después los colores del equipo Repsol Honda Team hacen el resto. Muchos otros conductores los saludan y aprovechan para hacerse fotos cuando es posible. Gran popularidad que sienten los propios conductores del equipo, y seguro que los de otros equipos. Quizás sería una forma de vida a probar durante un tiempo. Viajar y estar involucrado en una de las competiciones de motor más importante y seguida del mundo ... yo me apuntaría la verdad, ¿y tú?
Adrián Osés, Locos del Motor
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