Escuchar el nombre de Carlos Sainz es sinónimo de varias cosas interesantes, lo mismo los de Lucas Cruz o Audi. Juntos, estos 3 monstruos, han conseguido varios hitos que quedarán escritos en los libros más ilustres de la historia del automovilismo mundial. Suena fuerte, pero lo es aún más. Son un ejemplo a seguir, se mire por donde se mire.
Lo primero, el señor Don Carlos Sainz, es el referente en el deporte del motor de 4 ruedas, desde hace ya más de 40 años. Ha competido y ganado a los mejores del Mundial de Rallys, con diferentes vehículos y marcas, siempre estando en la lucha por las victorias finales en los rallys y de los campeonatos de cada temporada. Siempre desarrollando vehículos junto a los ingenieros y siendo pieza clave en la temporada día a día, no sólo en los fines de semana de carreras.
Muchos de nosotros, tuvimos a Carlos como ídolo y máximo culpable de que nos gustase la competición de coches. Como persona, será complicado encontrar detractores, o gente que no ponga en valor todo lo que ha conseguido. Incluso sus máximos rivales como Colin McRae, Tommi Makinen o Sebastien Loeb, entre otros muchos, lo tienen en un pedestal. Por algo será.
Y ya si vemos lo que ha hecho el madrileño tras su periplo en el WRC, pasándose al rally raid más duro del planeta, pues más de lo mismo. Ha conseguido ganar el Dakar en 4 ocasiones, con 4 marcas distintas, en continentes diferentes, a pesar de infinidad de dificultades y obstáculos. Sin hablar mal de nadie ni menospreciar a sus contrincantes. Otro ejemplo, pero no sólo cuando gana, sino también cuando pierde. Ejemplos hay infinitos, ya que en el 95 % de las ocasiones, se pierde en esta vida. Pero Carlos siempre se esfuerza y motiva más para voltear la situación, como complicada que sea. Un 10, o un 11.
Segundo, el señor Don Lucas Cruz, de perfil reservado pero eficiente donde los haya. Un navegador nato que no teme a nada ni a nadie, y al que los números y las sensaciones le avalan. 4 Tuaregs, siempre al lado de Sainz, manteniéndose en un segundo plano, pero efectivo como pocos, guiando al Matador hasta la gloria. Otro 11, o 12.
Tercero, el equipo Audi, que como ya ha hecho otras veces a lo largo de la historia, ha demostrado que apostar por cosas fuera de lo convencional, también puede ser una buena idea. Como ya hiciera en otras ocasiones, ha conseguido batir a sus competidores con otra tecnología totalmente diferente. Ya lo hizo en Le Mans con su apuesta diesel, un auténtico bombazo, y ahora en el Dakar, ha conseguido ganar con Sainz y Cruz por primera ver con un vehículo de propulsión eléctrica con el RS Q e-tron. Es una nueva página en la historia del automovilismo, sin duda alguna. 
Apuesta muy valiente de la marca de los 4 aros, con complejidad técnica enorme, y ejecutada a la perfección. Equipazo, todos y cada uno de ellos. Pilotos, copilotos, mecánicos, ingenieros, cocineros, utilleros y todos los que han formado parte de la aventura. Otro 11 para ellos.
El RS Q e-tron ha durado bastante más de lo que predecía el anterior ganador de la carrera y el máximo favorito. Al-Attiyah no les daba a los 3 Audi más de 3 días de competición en este Dakar 2024, pero claramente se equivocó, y fue él quien no pudo acabar en la meta final como a él le hubiese gustado. La mecánica de propulsión eléctrica con batería de alto voltaje y conversor de energía ha pasado la prueba con nota muy alta.
Los números son espectaculares. La dupla Sainz/Cruz lideraron la carrera durante 8 etapas y fueron campeones, pero las otras duplas también consiguieron éxitos. El duo Peterhansel/Boulanger anotaron una victoria de etapa para Audi Sport, y Ekstrom/Bergkvist ganaron otra y el prólogo. 
Aquí no debemos olvidarnos de la ayuda prestada a Sainz y Cruz, escoltándolos, compartiendo neumáticos para combatir los numerosos pinchazos, y asistiendo para lo que hiciese falta. Trabajo en equipo de manual.
Claro que ha habido momentos complicados y tensos, pero Audi Sport lo ha bordado en la estrategia, decidiendo cuando merecía la pena abrir pista y cuando no, y planificando donde era más conveniente colocar sus 3 naves. Ha sido épico, incluso cuando el gran Sebastien Loeb se acercaba peligrosamente a Sainz/Cruz, Audi ha mantenido la calma y han conseguido el objetivo de forma más que merecida.
Parece ser que, además, esta ha sido la edición más dura en Arabia Saudí. Los organizadores se superan cada año, y lo que podíamos ver desde casa lo confirma, con paisajes y condiciones que parecían de película, con pinchazos c
ada 2 por 3, accidentes y abandonos de participantes importantes, con la primera etapa maratón que no permitió descansar a los participantes como deseaban, y demás factores. Ha estado bien, la verdad. La organización se merece el reconocimiento, y Arabia ofrece lo que el Dakar necesita, se confirma.
El proyecto de Audi Sport ha durado 3 años hasta que han conseguido probar a los demás que su tecnología y rendimiento está por encima. La pena es que el 2024 ha sido el último año del desafío, y el ño que viene no podremos ver al equipo alemán en Arabia. Una auténtica pena, pero parece que quieren centrarse en su entrada a la Fórmula 1, quizás para intentar ganar en un proyecto a medio plazo. Veremos que ocurre. Lo que parece claro, es que tanto Carlos Sainz como Lucas Cruz apostarán por volver a intentar conseguir un Tuareg el año que viene. No sabemos con quien, pero seguro serán piezas clave para quien decida apostar por ellos, y pueden hacerlo desde ya. La edad de Carlos es un pro, no un contra, y los 61 son sólo un número, a las pruebas nos remitimos.
Adrián Osés, Locos del Motor
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