En esta epoca tan convulsa e complicada, las ventas de vehículos parecen estancarse de manera importante, y también los hacen las ventas de los vehículos eléctricos, que se supone deberían estar despuntando en los últimos años. Lamentablemente no es el caso, y uno de los mayores hándicaps, como todos bien sabemos, es el alto precio de los vehículos de propulsión eléctrica.
Estamos ante la tesitura global de no saber hacia donde tirar a la hora de comprarnos un nuevo vehículo, y a la hora de que tecnología potenciar y apostar fuertemente por ella. Decisión complica ya que hay muchas variables que revisar en profundidad, y cada país, área e incluso localidad tiene sus propias variantes que hay que tener en cuenta.
Por tanto, nadie sabe qué debemos hacer, pero una de las clave para potenciar la venta de automóviles y seguir trabajando en que la gran rueda siga girando, podría ser hacer más asequible la compra de vehículos en general, pero sobre todo de vehículos eléctricos, cuyo coste inicial es, todavía, bastante inalcanzable para el ciudadano medio de nuestro y otros países.
Es evidente que el plan Moves III del Gobierno de nuestro país no funciona, y debería estudiarse la fórmula que pueda cambiarlo incuyendo descuentos directos en el momento de la compra, no si se cumplen ciertos requisitos una vez pasado el tiempo. Eso no funciona, el dinero debe entregarse en el momento, sino los españoles no compramos. Y es lógico, ¿no os parece?
Anteriormente, ya había una deducción del 15 % del IRPF hasta 3.000 € por la compra de vehículos electrificados, o la amortización acelerada para la compra de vehículos electrificados en el impuesto de sociedades, pero, sin duda, estas pequeñas "ayudas" no son suficientes para mover la rueda eléctrica. Conclusión, se debe y se puede facilitar bastante más a los compradores, con descuentos en el momento de la compra. Hay que darle una vuelta para poder hacerlo bien, eso está claro.
No vamos a comprar un eléctrico de pequeño tamaño, cuando por ese precio podemos hacernos con un SUV de combustión. Además a la hora de calcular cuanto dinero podemos gastarnos en un nuevo vehículo, seguro ayuda que el precio final sea más bajo que hace unos meses, viendo realmente el descuento o ayuda para adquirir un eléctrico. En cuanto a las empresas, sí o sí hay que activar ayudas fiscales, que es lo más directo a la hora de que puedan hacer desembolsos para flotas eléctricas.
La red de carga es otro punto caliente, así que hay que hacer un estricto segumiento para el cumplimiento del despliegue de la red de carga española. Comprobar que vamos sin retrasos, en cuanto a número de estaciones de carga, y fomentar la instalación de más puntos de carga, implicando a las marcas fabricantes de vehículos, comunidades de vecinos y ayuntamientos. Lo que se conoce como remar todos en la misma dirección, e ir de la mano las ventas de eléctricos y las instalaciones para su posterior carga de baterías. Simple, ¿verdad? Veremos.
Vamos a ver donde estamos a día de hoy: las ventas de vehículos electrificados en 2023 se quedaron en 110.000 turismos, un positivo incremento de un 40% respecto al flojo resultado del año pasado, y lejos de las 190.000 unidades que eran el objetivo del año. Y lo que es cada vez peor, la enorme distancia con las cuotas de países de nuestro entorno que están muy por encima del 20 % como ocurre en Portugal o Alemania mientras que en España apenas alcanzamos el 12%.
ANFAC apunta la necesidad de adoptar medidas de choque frente a la baja electrificación de España con medidas efectivas que especialmente se hagan evidentes en la infraestructura de recarga, de otra manera se llagará tarde a todo, como hasta ahora, vamos. Preocupa incluso la competitividad en la producción en nuestro país para asegurar la atracción de inversión y nuevos proyectos a las fábricas españolas o incluso a nuevas fábricas. Para tener estas inversiones en nuestro país hay que vender más vehículos electrificados, porque las marcas quieren fabricar donde venden el producto principalmente.
España es el segundo mayor productor de vehículos en Europa y el octavo mundial y debe mantener la competitividad para asegurar esa posición, pero si no se venden coches eléctricos en España no se fabricarán aquí. Tenemos que pensar en nuestro futuro como país, y decidir a qué vamos a apostar. Una vez definido eso, debemos ir a por ello echando un órdago, un all-in de toda la vida.
Adrián Osés, Locos del Motor
SOPORTE ON LINE 
