Los mitos son creencias que alteran la realidad, aunque suelen ser así creíadas por una gran cantidad de gente. De esto también tenemos en el mundo del motor, así que hoy hablaremos de algunos de ellos, que aunque no lo creais, no son ciertos aunque gran cantidad de personas así lo creen.
Podéis ir haciendo vuestras quinielas sobre mitos relativos al mundo de la conducción, ¿por dónde erán los tiros? Os adelanto que tienen que ver con la vestimenta que podemos usar para conducir, con las sillitas de transporte de bebés, con los carriles bus y con la luz interior del vehículo. Quizás con esta información sea más fácil encontrar las respuestas.
La DGT y otros organismos de otros países, son los encargados de las reglas de conducción de cada país, así que en caso de duda, deberíamos consultar la información de estos organismos para asegurarnos de qué se puede y de qué no se puede hacer cuando conducimos en cada país. Hacer caso a otras personas puede ir en nuestra contra ya que a veces se tienen creencias sobre ciertas normas y se dan por hecho comportamientos que en teoría son legales, y pueden no serlo. Entramos en materia, uno de los mitos más extendidos es que no está permitido conducir descalzo, y la verdad es que no está prohibido.
No es ilegal no llevar ningún tipo de calzado cuando conducimos, pero sí es responsabilidad del conductor asegurar el completo control del vehículo que conduce. Está claro que conducir descalzo nos puede restar respuesta cuando tenemos que ejecutar una frenada de emergencia, por ejemplo. Incluso tener los pies mojados, nos dificultará poder ejecutar lo que nuestro cerebro nos pide debido al bajo agarre. Conclusión, es altamente recomentable llevar un calzado que se ajuste bien a nuestros pies para garantizar nuestra seguridad y la de los demás, pero no está expresamente prohibido.
Otra creencia general es que no está permitido conducir con chanclas o con botas impermeables de goma (las que se usan en ocasiones de mucha agua). Tampoco es cierto este mito, como antes, es responsabilidad del conductor asegurar el completo control del vehículo que se conduce, por lo que se recomienda encarecidamente no usarlas, pero, de nuevo, no eciste prohibición sobre ello.
Solemos creer que la única ocasión en la que podemos entrar en un carril bus/taxi es para dejar pasar a un vehículo de emergencia, es decir, una ambulancia o vehículo de bomberos. Error, no debemos entrar en ese tipo de carriles incluso cuando un vehículo de emergencia pase junto a nosotros. De hecho, debería ser el vehículo de emergencia quien utilizase ese carril y nosotros deberíamos permanecer fuera de él. Por cierto si por algún casual entrais en este tipo de carril, debéis salir no antes posible, siempre abandonándolo de forma segura, para evitar recibir una indeseada multa.
¿Y que ocurre con los niños menores de 12 años? Pues en general pensamos que no pueden montarse en la parte delantera del vehículo, o lo que es lo mismo, ser copilotos. Error también, sí pueden sentarse delante, por ejemplo en una sillita a contramarcha, aunque en este caso tenemos que desactivar el sistema de airbag del copiloto. Si el airbag no ha sido desactivado, entonces estaremos cometiendo una infracción y podremos ser sancionados por las fuerzas del orden. Lo que está claro es que es altamente recomendado que los menores de 12 años se sienten en los asientos traseros, y que siempre utilicemos los sistemas de retención adecuados para su talla y peso. Esto no debería ser negociable, la vida de nuestros hijos está en juego.
Especialmente hace unos años, se creía que era ilegal conducir de noche con la luz interior del vehículo encendida, y de hecho, este acto, podría ser determinado como la causa de que otro conductor hubiese sido deslumbrado y por tanto seríamos acusados de conducción negligente. Esto es complicado de demostrar, y con los sistemas de iluminación de los vehículos actuales, es altamente complicado llegar a deslumbrar a otro conductor con la luz interior. Por tanto, ilegal no es, aunque por nuestra seguridad y la de los demás, es mejor intentar evitar su uso mientras estamos en movimiento.
Como podéis ver, es habitual creer en mitos que realmente no son ciertos. Ahora ya podéis explicar a otros conductores, que no deben creerse todo, y lo mejor es siempre consutar con la Dirección General de Tráfico, u organizaciones equivalentes en otros estados. Por otra parte, aunque haya determinadas cosas legales, estaría muy pero que muy bien si conseguimos empatizar con los demás y seguimos las recomendaciones para no perjudicar al prójimo. Cuesta lo mismo ser bueno, que no serlo, ¿no os parece?
Adrián Osés, Locos del Motor
SOPORTE ON LINE 
