Hablar del WTCR o Mundial de Turismos de esta ya finalizada temporada 2022 es hablar de Mikel Azcona y de su equipo BRC Hyundai N Squadra Corse. Una combinación perfecta que ha sido la mejor del año, y además sin lugar a ninguna duda. Así lo confirman los números y las sensaciones.
Con un total de 83 puntos de ventaja y el feeling de ser muy competitivo en todos los escenarios y circunstancias, el navarro Mikel Azcona ha llegado y besado el santo con su nuevo equipo, Hyundai, tras los 3 años anteriores con Cupra. La adaptación a su nuevo Hyundai Elantra N, a su equipo italiano BRC, a sus compañeros, mecánicos e ingenieros, a circuitos donde nunca había tenido la oportunidad de correr, a todo tipo de desafíos como el caos general que provocaron los neumáticos Goodyear en ciertas fases del año, a circuitos urbanos, a circuitos nocturnos, y un largo etc.
Todo comenzó en Pau (Francia), donde más de uno ya teníamos el feeling de que Mikel podría hacer algo muy grande este año, incluído él mismo. Y podemos decir que ese primer fin de semana fue el reflejo de lo que iba a ser la temporada de manera global. 
Pau apuntaba a reto complicado antes de ir allí. Circuito urbano con las protecciones demasiado cerca y algún que otro posible punto conflictivo como el paso por cierta rotonda o alguna que otra tapa de alcantarilla que justamente estaba en medio de la mejor trazada para ser rápido. Pero Mikel y su equipo hicieron un gran fin de semana consiguiendo la victoria en la segunda carrera. La igualdad fue máxima, con todos los pilotos en menos de 1 segundo en la mayoría de sesiones cronometradas, y con ciertos obstáculos que Azcona logró salvar de forma magnífica. Recuerdo el accidente de Bjork por ejemplo o la salida accidentada que supo salvar para llegar el primero a meta.
La temporada ha sido como Pau, complicada, ajustada y llena de obstáculos, pero Mikel siempre ha salido por encima de sus rivales. Trabajo magistral en el box con su equipo, puestas a punto, pruebas, estrategia, trabajo en rebufos, meter a Nicky Catsbug en la ecuación para proteger los intereses del equipo y de Mikel, etc. El equipo BRC ha estado sobresaliente en todas las citas, puede que el ex-campeón y leyenda Tarquini tenga algo que ver también, que sabe bien de que va el tema.
Sin duda un gran ejemplo de esfuerzo, trabajo y superación, que podría tomarse como un espejo en el que mirarse para la vida de cualquiera de nosotros. Todo se puede conseguir con esfuerzo y trabajo. Si se quiere, y se trabaja, se puede. Y Mikel y su familia son un claro ejemplo de ello. Desde sus inicios, el foco estaba en ser campeón del mundo, y así ha sido. Trabajo focalizado en mejorar cada día y aprender. Muchas horas invertidas en viajes, trabajo en mecánica para poner a punto de unos, y preparar la comida para comer entre carrera y carrera de otros. Dormir poco, trabajo físico disciplinado, experiencias fuera de casa para poder aprender y buscar oportunidades en este tan complicado mundo de la competición del motor. Un 10 no, un 11 para Mikel Azcona, su equipo y su familia. Toca celebrar y disfrutar de lo conseguido, y tras ello, volver a prepararse a tope para nuevos retos y seguir superando obstáculos.
No hace falta decir que la alegría es generalizada entre todos los que, sea mucho o poco, aprecian el trabajo bien hecho, el esfuerzo, la humildad y las ganas de ser mejor cada día. 2023 ya está cerca, y queda menos para seguir disfrutando con Mikel Azcona, ¡enhorabuena campeón!
Adrián Osés, Locos del Motor
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