Max Verstappen es uno de los mejores pilotos de la actual parrilla de la Fórmula 1, de eso no cabe duda. Además, por unas cosas o por otras suele ser votado en el top 3 de mejores pilotos de cada gran premio.

Algunos catalogan a Verstappen como agresivo y un tanto loco, también de los que no levanta el pie cuando cualquier otro si lo hace porque no quiere acabar contra el muro.

El holandés, utiliza diferentes trazadas, frena de manera distinta y siempre da guerra a sus rivales, incluso con un vehículo menos poderoso. Es probablemente el piloto contra el que los demás no quieren jugarse nada en la última curva de la carrera.

Su afán por ganar y llegar a lo más alto lo llevan muchas veces a ser un incomprendido, pero él sigue empeñado en llegar a ser el mejor. Disfruta con lo que hace, y además tiene una gran coach, su padre Jos Verstappen, ex piloto de Fórmula 1 y que sabe de que va "El Gran Circo".

Está claro que Hamilton y Mercedes F1 dominan la competición actual, pero quizás Verstappen podría dar guerra al megacampeon inglés si algo fuese diferente. Se nos ocurren varias cosas:

  • El sistema del Mundial de Turismos (WTCR) de limitar la potencia y altura del coche y colocar lastre en cada vehículo según su rendimiento en cada circuito sumado a la parrilla invertida lo hace muy atractivo para el espectador.
  • Igualdad de mecánicas como en GP2 y GP3 o Fórmula E, donde varias partes del vehículo son comunes a todos los equipos
  • La posibilidad de que Hamilton y Verstappen compartan equipo y recursos

El problema es que la vida no suele ser muy justa, por lo que hay que adaptarse y darlo todo para sacarle el mayor rendimiento posible a lo que se tiene. Max Verstappen sin duda lo hace, y algún día tendrá su oportunidad de demostrar su valía y porque no, llegar a ser campeón del mundo.

Es un claro ejemplo de superación en el que fijarse, y es diferente a todos los demás. Ofrece cosas que el resto no puede ofrecer, y como en la vida, eso da un plus.


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