Hoy en día, prácticamente cualquier conductor habitual ha tenido algún susto con un animal salvaje en alguno de sus trayectos en vehículo a motor, y el problema va en aumento.
Si se trata de tan sólo un susto, se nos encienden las alarmas y prestamos incluso más atención al volante aumentando nuestra precaución en ciertas zonas de bosque o cultivos. En cambio, si se produce un accidente la cosa cambia y el susto puede ser incluso fatal. Si tenemos suerte, solucionamos el problema con dinero y un vehículo reparado o nuevo, pero no siempre es así.
4 de cada 5 accidentes con animales salvajes ocurren en carreteras convencionales, pero los sucesos en vías rápidas van en aumento. No es raro que jabalíes o corzos por ejemplo rompan las protecciones de autopistas y puedan acceder al asfalto y provocar accidentes. Ante ello debemos avisar cuanto antes para que quien proceda pueda repararlo.
Además, estos percances ocurren más en horas crepusculares, es decir al anochecer y al amanecer. Información valiosa para estar incluso más atentos.
Si nos ponemos en el supuesto de no fatalidad y que los ocupantes del vehículo están perfectamente tras el accidente, lo que nos preocupa es que ocurre con el arreglo de nuestro vehículo y quien es el responsable de lo ocurrido. Una pena la pérdida de vida del animal o sus magulladuras/daños la verdad, pero en la mayoría de casos se debería primar la vida de las personas y los bienes materiales, en este caso el vehículo.
Importante que el animal atropellado quede en el lugar de los hechos, o al menos que haya pruebas claras de su presencia, por ejemplo pelo o sangre. De no haber cadáver animal o evidencias del choque, es bastante probable que debamos hacernos cargo del coste íntegro de la reparación de nuestro vehículo. ¿Porqué? Porque la mayoría de seguros de vehículo no cubren al conductor y al coche en estos casos, aunque ya se está extendiendo la práctica de pagar por la cobertura ante accidentes con animales salvajes, muy recomendable la verdad. De no tener esta cláusula, el conductor es el responsable del accidente ante la ley.
Para poder evitar estos sustos y/o accidentes, lo más recomendable es aumentar nuestra prudencia y atención al volante especialmente en zonas donde conocemos que suele o puede haber presencia de animales salvajes. Recordad que en horas crepusculares estos animales se desplazan más a menudo, y no se les puede ver tan bien. La señalización suele advertir de la posible presencia de fauna también.
En caso de accidente inminente, debemos evitar los volantazos bruscos. Es preferible atropellar al animal sujetando fuertemente la dirección y pisando el freno, que dar volantazos bruscos que provoquen el vuelco y otras potenciales consecuencias más graves. Atentos al vídeo:
Si tenemos la mala suerte de no poder evitar el accidente, siempre es muy importante señalizarlo para evitar males mayores con otros conductores o incluso con nosotros mismos. Debemos avisar inmediatamente a las autoridades y retirar el animal de la calzada si procede, si disponemos de guantes o protección para las manos.
Como veis, las directrices sobre que debemos hacer son claras, y merece la pena revisarlas para asegurar que sabemos como reaccionar en ese momento. Una decisión correcta o incorrecta lo cambia todo.