No viene mal de vez en cuando recordar épocas doradas con nostalgia y la última participación de Volkswagen en el mundial de rallys puede ser un gran ejemplo para ello.
La marca alemana consiguió números espectaculares ganando tanto en el campeonato de marcas como en el de pilotos, y además durante no sólo una vez. Fue un llegar y besar el santo que se suele decir.
Volkswagen decidió emprender una aventura en el mundial de rallys con la quinta generación del Polo, que empezó a comercializarse como vehículo de serie en el año 2009. Poco después, la marca decidió enrolarse en el mundo de la competición y para ello trabajó durante los años 2011 y 2012 en desarrollar su Polo R WRC. Participaron en numerosos test en diferentes países y superficies hasta que al final de 2012 el Polo R WRC estaba listo.
Llegó el Rally Montecarlo 2013, y por tanto su debut en el WRC con Sebastien Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen como pilotos. Motor de 1.600 cc turboalimentado, tracción a las 4 ruedas y caja de cambios secuencial de 6 velocidades para competir contra los rivales de la época: el Ford Fiesta RS WRC, el Mini Cooper WRC y el Citroen DS3 WRC.
El Polo WRC no ganó en su primer rally, pero consiguió el primer scratch de la temporada 2013 y de su historia de la mano de Ogier en el primer tramo del “Monte”. Además, el piloto francés terminó el rally en segunda posición consiguiendo el primer pódium de muchos que vendrían después. La primera victoria llegó de la mano del campeón francés en el siguiente rally, Suecia. A partir de entonces fue coser y cantar para el equipo alemán.
4 campeonatos del mundo para Sebastian Ogier (2013, 2014, 2015 y 2016) y otros 4 mundiales de constructores para Volkswagen en los mismos años. La verdad es que será complicado que los números de la marca en el WRC se mejoren. 43 victorias en 53 rallys disputados en el certamen. A eso hay que añadir 87 podiums y un gran porcentaje de tramos ganados. Números que asustan, y sin duda uno de los monopolios más claros en la historia del WRC.
Una pena que la crisis económica (o quizás otros factores) hicieran que el equipo dejara la competición y por tanto de nuevo el trono libre para que otro piloto y fabricante reinase tras la temporada 2017. Triste la verdad, pero como decimos al inicio de nuestro post, vamos a recordar de lo que era capas el Volskwagen Polo R WRC:
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