Cuando el dinero no es un problema y no sabes en que gastarlo salen ideas que es complicado que se nos ocurran, pero si tienes tanto dinero que no sabes ni cuanto es ni como usarlo en algo que no tengas todavía, la imaginación se pone el mono de trabajo y llega a ideas cuanto menos curiosas.
Hay grandes ejemplos en países donde el dinero es tanto que, el resto de países los ven como lugares de cuento. Nos referimos a los países del Golfo por ejemplo. En cualquiera de esos países es posible ver cosas que no se ven en otros lugares del mundo. Así, a bote pronto, se nos ocurre algo curioso. Las temperaturas medias en verano rondan los 50º C, pero en Dubai tienen una pista de esquí con nieve real, y grandes jardines que resplandecen con verdes intensos.
¿Cómo es posible que en estos sitios puedan tener pistas de esquí o jardines magníficos? La explicación es el dinero. Los habitantes locales suelen presumir de supercoches, joyas, relojes exclusivos, mansiones, aviones privados, colecciones de cualquier objeto de lujo que se os ocurra, etc.
Además, no suelen llevarse muy bien entre los países de la zona, por lo que si uno hace el edificio más alto del mundo, otro proyecta uno mayor. Si uno construye el sistema de metro más avanzado, el otro planifica uno más largo y más tecnológico. Si uno crea un circuito espectacular en el paseo marítimo, el otro crea una isla artificial para crear un circuito todavía más inverosímil. Y asi podríamos seguir horas.
En el mundo del automóvil, lo que abunda son los vehículos que no se pueden ver en otros lugares del mundo. Si una marca fabrica 6 unidades exclusivas para todo el mundo, es fácil que 3 de ellas se hayan vendido antes de fabricarse a jeques y millonarios de países como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait, Arabia Saudí u Omán. Es un espectáculo sentarse en un banco en un atardecer en cualquier punto importante de estos países, como por ejemplo un paseo marítimo de una cuidad, o una calle comercial donde están las mejores marcas de lujo del mundo. Bugatti, Lamborghini, Rolls-Royce, Ferrari, Aston Martin, Maybach, McLaren y demás bellezones exclusivos se ven de manera habitual. Y por si fuese poco, pueden verse en cada esquina otro tipo de joyas no tan lujosas pero sí cotizadas como Camaros, GTR Skyline, Porsches, Evos, Challengers y demás reliquias.
Eso sí, al nivel de los integrantes de las familias reales de estos países es complicado acercarse. Sí, los Hummer también les gustan, pero cualquiera tiene uno allí, por tanto el príncipe debe tener al menos uno diferente al resto de mortales. En lugar de tener uno normal, mejor tener uno 3 veces más grande, o incluso 27 veces superior en volumen. Atentos al vídeo, un Hummer H1 convertido en casa de 2 pisos, que sin duda es exclusivo, ¡como para no serlo!
Adrián Osés, Locos del Motor
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