El nombre Akrapovic resulta muy familiar a todo aquel que tenga al menos cierto interés en motocicletas o coches, y normalmente la percepción del nombre es muy buena.
La marca de escapes, es líder mundial en el sector de los escapes para aplicaciones de altas prestaciones. Akrapovic desarrolla y fabrica de manera que sus productos aumentan las prestaciones de los vehículos y además producen un sonido claramente diferente y característico, con tono grave e inconfundible. Por otra parte, la empresa eslovena tiene siempre en mente la mejora continua y su I+D siempre trabaja en materiales de gran calidad, innovadores y de mejores características que la competencia.
Akrapovic es sin duda un claro ejemplo de excelencia que le hace tener un mayor prestigio y reputación que cualquiera de sus rivales, y encima merecidamente.
Su dueño y fundador lo tenía claro desde antes de empezar con su proyecto. El ex-motociclista, Igor Akrapovic es un héroe nacional gracias a su éxito. Igor apostó por correr en motos a nivel local, nacional e internacional entre 1977 y 1989 y eso le valió no sólo para ganar campeonatos, sino también para darse cuenta de lo que podía hacer después de retirarse de la competición.
Concretamente ofrecer a equipos punteros de motorsport ese algo que suele hacer falta para convertirse en el mejor. Los sistemas de escape de calidad daban ese plus de rendimiento y podían ser decisivos a la hora de marcar diferencias en el tan igualado mundo de la competición. De ahí nació todo. Creó su empresa Skorpion (que posteriormente pasó a llamarse Akrapovic).
Al principio su producción se centraba en motocicletas de competición y era por encargo. Una pequeña habitación era suficiente como campamento base para los inicios de la empresa, pero pronto tuvo que adquirir una nave de dimensiones más que aceptables para absorber la creciente demanda que se le iba acumulando.
Grandes marcas de las competiciones más importantes se han ido uniendo a la lista de clientes de Akrapovic, que también dio el salto a los coches de altas prestaciones. Muchos campeones mundiales lo han sido utilizando escapes de la marca, y cada vez más, hasta incluso ser el único proveedor en varios campeonatos de carácter mundial. Moto GP, Superbikes, DTM, WEC (Mundial de Resistencia), Fórmula 1, y demás campeonatos han sido conquistados ya por Akrapovic, pero no se quedan sólo ahí, sino que siguen creciendo.
El titanio, el acero inoxidable y otros materiales se han ido convirtiendo en innovaciones del sector de la mano del fabricante esloveno, que por volumen de fabricación y utilización de nuevas tecnologías y automatización, se puede permitir tener productos más asequibles para llegar a más cantidad de clientes. Sin duda el modelo de negocio perfecto que no para de crecer y sin duda no tiene competencia de su nivel. Gran esfuerzo, y gran recompensa para Igor y su empresa.
La marca de escapes, es líder mundial en el sector de los escapes para aplicaciones de altas prestaciones. Akrapovic desarrolla y fabrica de manera que sus productos aumentan las prestaciones de los vehículos y además producen un sonido claramente diferente y característico, con tono grave e inconfundible. Por otra parte, la empresa eslovena tiene siempre en mente la mejora continua y su I+D siempre trabaja en materiales de gran calidad, innovadores y de mejores características que la competencia.
Akrapovic es sin duda un claro ejemplo de excelencia que le hace tener un mayor prestigio y reputación que cualquiera de sus rivales, y encima merecidamente.
Su dueño y fundador lo tenía claro desde antes de empezar con su proyecto. El ex-motociclista, Igor Akrapovic es un héroe nacional gracias a su éxito. Igor apostó por correr en motos a nivel local, nacional e internacional entre 1977 y 1989 y eso le valió no sólo para ganar campeonatos, sino también para darse cuenta de lo que podía hacer después de retirarse de la competición.
Concretamente ofrecer a equipos punteros de motorsport ese algo que suele hacer falta para convertirse en el mejor. Los sistemas de escape de calidad daban ese plus de rendimiento y podían ser decisivos a la hora de marcar diferencias en el tan igualado mundo de la competición. De ahí nació todo. Creó su empresa Skorpion (que posteriormente pasó a llamarse Akrapovic).
Al principio su producción se centraba en motocicletas de competición y era por encargo. Una pequeña habitación era suficiente como campamento base para los inicios de la empresa, pero pronto tuvo que adquirir una nave de dimensiones más que aceptables para absorber la creciente demanda que se le iba acumulando.
Grandes marcas de las competiciones más importantes se han ido uniendo a la lista de clientes de Akrapovic, que también dio el salto a los coches de altas prestaciones. Muchos campeones mundiales lo han sido utilizando escapes de la marca, y cada vez más, hasta incluso ser el único proveedor en varios campeonatos de carácter mundial. 
Moto GP, Superbikes, DTM, WEC (Mundial de Resistencia), Fórmula 1, y demás campeonatos han sido conquistados ya por Akrapovic, pero no se quedan sólo ahí, sino que siguen creciendo.
El titanio, el acero inoxidable y otros materiales se han ido convirtiendo en innovaciones del sector de la mano del fabricante esloveno, que por volumen de fabricación y utilización de nuevas tecnologías y automatización, se puede permitir tener productos más asequibles para llegar a más cantidad de clientes. Sin duda el modelo de negocio perfecto que no para de crecer y sin duda no tiene competencia de su nivel. Gran esfuerzo, y gran recompensa para Igor y su empresa.
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