Si queréis ver una atracción para el público, tanto en parado como en marcha, el Packard Bentley de 42 litros uno de los mejores candidatos sin duda.
Imaginad 24 escapes, 12 a cada lado, petardeando de lo lindo como para asar cerdos enteros. Materiales de la Segunda Guerra Mundial para crear una vehículo de competición con esencia Bentley. El resultado tenía que ser bueno. Resulta tosco y ruidoso, pero teniendo en cuenta la época a la que pertenece, es todo un señor vehículo de carreras.
Ahora un clásico que obviamente no cumple con las normativas de emisiones, pero sirve para aglutinar gente a su alrededor y dejarlos con la boca abierta. La friolera de 1.500 CV's de potencia y hasta 2.700 Nm de torque y construido sobre el chasis del 8 litros de Bentley de la época, obviamente modificado y reforzado.
Si os ponéis cerca, atentos a las llamas y el humo. Evitar estar al lado si se encuentra en un recinto cerrado, si queréis contar la experiencia a alguien. Para que os hagáis una idea, os dejamos con el vídeo cuanto menos curioso:
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