¿Qué mejor que hacer un super viaje de ida y vuelta por lugares complejos para probar que un nuevo vehículo eléctrico puede con eso y con todo lo que le echen encima? Eso es lo que en muchas ocasiones piensan los fabricantes para mostrar a sus clientes y a sus potenciales clientes lo bueno y especial que es su producto, y no vamos a engañarnos, esta técnica suele funcionar.
Bueno pues vamos a entrar en materia. Durante un viaje por carretera desde Stuttgart a Estambul, Mayk Wienkötter, Responsable de Prensa de la Gama Taycan y de Electromovilidad, comprueba la idoneidad de la berlina eléctrica para recorridos largos, así como el funcionamiento de la red de carga. Los amigos del Club Porsche Turquía le esperan en Estambul.
Jueves por la mañana, poco antes de las 8:00 horas. Está a punto de dar comienzo un viaje por carretera de 4.500 kilómetros desde el Museo Porsche de Zuffenhausen hasta Estambul, y vuelta. Por el camino, siete países, muchos peajes y controles fronterizos. ¿Será posible llegar al destino sin sobresaltos? El coche no debería fallar. Se trata del nuevo Taycan Sport Turismo con batería Performance Plus y tracción trasera, que tiene 435 CV de potencia y alcanza una autonomía de 650 kilómetros.
Os contamos la aventura. La ruta comienza según lo esperado. El tráfico de Stuttgart en hora punta hace que tarden casi 45 minutos en llegar a la autopista A8 en dirección Múnich. A partir de ahí, dentro de Alemania, tienen una estrategia clara: conducir rápido y cargar rápido. Porsche Charging Service permite el acceso a casi 700.000 puntos de carga de varios proveedores en 24 países europeos. Quieren hacer uso de las estaciones de IONITY siempre que sea posible. Veremos si lo es.
La primera parada está planificada en el área de servicio de Golling West, a 417 kilómetros de distancia. El tiempo de viaje estimado es de poco menos de cuatro horas. Controlando la velocidad para llegar con la batería lo más vacía posible. Durante este trayecto el consumo medio es de 22 kWh/100 km. Llegan a la estación de IONITY, que tiene seis puntos de carga disponibles, y enchufan el Taycan. Gracias a Plug and Charge no tienen que darse de alta en ninguna aplicación, sin embargo, algo falla: la potencia de carga no pasa de 180 kW. Rápidamente se dan cuenta de que hay otros postes más modernos que permiten una carga más potente, así que toca mover el coche y comienza la operación a más de 300 kW. Es hora de estirar las piernas y tomar un café rápido, que eso siempre viene bien.
Después de 18 minutos se alcanza el 80 %, sí el 80 %, no está nada mal, ¿eh?. En condiciones normales reanudarían la marcha con esa cantidad de carga en baterías, pero quieren hacer la siguiente parada en un cargador IONITY muy al sur de Croacia, que está a más de 400 km de distancia, así que deciden continuar cargando hasta superar el 90 por ciento. Tiene sentido.
El viaje continúa pasando de la autopista A10 a la A11 en Austria y, poco después, atravesando el túnel Karawanken de casi ocho kilómetros de longitud. Llegada a Eslovenia donde el límite de velocidad es de 130 km/h. Una buena velocidad de crucero para el Sport Turismo. Pasando la capital Liubliana por la A2 en dirección este y pagandos el peaje online gracias a las nuevas tecnologías, como en Austria. Después de ocho horas de viaje llegan a los cargadores IONITY en Sop. Los cuatro puntos de carga de la electrolinera no están situados a pie de autopista, sino en un pueblo de 350 habitantes que hay cerca. El rendimiento de carga parece escaso de nuevo (165 kW), sin embargo, esta vez no cambian de enchufe dado que los demás están ocupados. Toca disfrutar entonces de un excelente café en el bar que pertenece al área de servicio. Buen plan para un buen "break".
En un viaje por carretera tan largo, esta pérdida de tiempo no es significativa. Al fin y al cabo, después de 18 minutos ya tienen la batería al 74 %. Pero como la última sección del día tiene casi 400 km, deciden darle un aporte extra de electricidad a la batería. Entrar en Serbia requiere mucho más tiempo que los cruces fronterizos anteriores. El país balcánico no es miembro de la Unión Europea y cada entrada se documenta en el pasaporte con un sello, como se hacía antaño. Después de 1.200 kilómetros y unas doce horas de conducción llegada al hotel en el centro de Belgrado. Aquí es posible cargar a tope el Taycan durante la noche, en un Wallbox de baja potencia para emprender el viaje al día siguiente en "full power".
A la mañana siguiente continuan el viaje temprano. Quedan otros 1.000 kilómetros por recorrer y a las 7:30 ya están en la carretera. Sin embargo, la infraestructura de carga empieza a ser cada vez más escasa (cuanto más te alejas del centro del Viejo Continente, más complejo se hace encontrar puntos de recarga) y Porsche Charging Service ya no está disponible. Esto quiere decir que toca hacer uso de aplicaciones y tarjetas de carga de otros proveedores. Pero antes de que eso suceda, disfrutan de las carreteras vacías de Serbia y sus hermosos paisajes. Como apenas hay tráfico, la velocidad media aumenta. No todo van a ser desventajas.
En Bulgaria vuelven a viajar por territorio de la UE. Pagan el peaje online por adelantado y a disfrutar del límite de velocidad de 140 km/h que no está nada mal. Como las carreteras aquí también están desiertas, avanzan a buen ritmo. La primera parada del día será en Sofía, la capital del país, a 400 kilómetros de Belgrado. Utilizan la aplicación búlgara FINES, en la que ya se habían registrado con antelación, y hacen uso de un poste de carga de 300 kW que hay en un concesionario de coches situado en la carretera de circunvalación de la ciudad. En el camino se dan de bruces con un gran atasco en Sofía. Han sido seis horas de trayecto, pero la gran capacidad del punto de carga elegido compensa toda pérdida de tiempo: después de solo 16 minutos, la batería de 800 voltios del Taycan recupera dos tercios de su capacidad, energía más que suficiente para los próximos 275 kilómetros hasta la frontera búlgara. Una buena y eficiente jugada.
Una vez aquí, tras dejar atrás a varios turistas que se dirigen el viernes por la tarde a la costa del Mar Negro, descubren un cargador rápido en un hotel, que sirve para elevar el estado de la batería hasta el 90 %. Durante la operación, estiran las piernas y se hidratan. El último tramo vuelve a tener 275 kilómetros. Las carreteras están vacías así a por ello. Avanzan a buen ritmo y, tras un total de casi 2.200 kilómetros y 25 horas al volante, atraviesan la línea de meta ficticia y destino final: Estambul.
Una vez allí, a la mañana siguiente, en el barrio de Puerto de Gálata, se juntan con varios aficionados de Porsche en el Taycan Meet and Greet. Unos 25 deportivos eléctricos y sus dueños se reunen en la histórica torre del reloj. Y allí estaban ellos, con cuatro unidades del nuevo Taycan, más un Taycan Turbo GT y un Macan Electric. El ambiente era magnífico. Muchos transeúntes aprovechan para admirar y fotografiar los vehículos deportivos. No os extrañará, ¿verdad?
El lunes por la mañana emprenden el viaje de regreso a casa. Vuelta a Stuttgart vía Belgrado. La primera etapa tiene 250 kilómetros. No disponenen de suficiente energía para conducir hasta Sofía, así que deciden hacer una parada de seis minutos en la autopista, aprovechando un cargador de 150 kW.
Sobre las 13:30 horas llegan al cargador de 300 kW junto al concesionario de coches en el que ya se detuvieron a la ida. Cargaron del 9 al 81 % en apenas 20 minutos. La capacidad de carga también permite pasar por alto el hecho de que, a diferencia de otras estaciones de la zona, no hay baños ni cafetería. Recorren los últimos 400 kilómetros del día. 
De Bulgaria regresan a Serbia. El tráfico va mejorando y avanzan a buen ritmo. A pesar de una elevada temperatura que ronda los 37 grados, el Taycan funciona como un reloj. Queda claro que el calor no le afecta.
En Lapovo paran nuevamente. El cargador Charge & GO solo ofrece 100 kW, pero es suficiente para su propósito. Después de 18 minutos, continuan el viaje hasta llegar al destino del día en Belrgrado. Han tardado 12 horas y recorrido casi 1.000 kilómetros. Cargan la batería gratis en el hotel y se van a descansar porque la noche vuelve a ser corta.
A las 7:00 horas se suben al coche. Tienen 1.200 km por delante. Con las pilas bien cargadas salen de la capital serbia hacia el norte, cruzando el Danubio. El límite de velocidad es 130 km/h, eso está bien. Como apenas hay tráfico, la velocidad media no es mucho menor. Su primera parada de carga tiene lugar en un sitio conocido: la estación IONITY de Sop, Croacia. Gracias a Plug and Charge el proceso de carga comienza sin problemas y recargan más de 82 kWh en 21 minutos.
Poco después de las nueve de la mañana están de nuevo en la carretera. A través de Croacia continuan hacia Eslovenia y Austria. Cuanto más al norte van, más bajas son las temperaturas. También empieza a llover un poco. Pasan por la capital eslovena, Liubliana, y disfrutan del magnífico paisaje. La ruta continúa ascendiendo hacia Austria. Unos 330 kilómetros después de la última parada llegan a la estación IONITY en Eisentratten. Aquí recargan más de 81 kWh en 19 minutos. Ya solo quedan 500 kilómetros para rematar esta aventura. Los atascos en Múnich perjudican sus velocidades medias, pero más adelante la autopista vuelve a liberarse del tráfico y el Taycan muestra de nuevo sus cualidades. Una última parada de ocho minutos en Jettingen-Scheppach es suficiente para llegar al destino final en Zuffenhausen, en el Museo Porsche.
¡Qué viaje! Casi 4.400 kilómetros con un consumo medio inferior a 23 kWh. Debido a que han podido cargar gratis en los hoteles, el coste total de la electricidad fue inferior a 250 euros, bien aprovechado, la verdad. El Taycan no solo es deportivo y cómodo, sino también económico. Este viaje es prueba de ello, y seguro que hará que más de uno se decante por esta joya eléctrica de una de las marcas que parece que mejor lo está haciendo en la carrera eléctrica. Notaza para el Taycan.
Adrián Osés, Locos del Motor
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