Si algo suele quedar claro es que los españoles no solemos ser el ejemplo a seguir en el continente en cuanto a nuevas tecnologías o estrategías, aunque sí solemos destacar por otro tipo de cosas que también son importantes como la calidad de nuestro trabajo o saber como desconectar.

Coche eléctrico 5En la carrera de las nuevas forma de movilidad, estamos bastante atrás respecto a la media europea. Esto no signifique que estemos mal (o sí), sino que quizás vamos más lentos o no hemos realizado la gran apuesta de "all-in" a la solución 100% eléctrica. Tampoco es un gran momento global, por lo que tiene sentido ser o estar reticentes frente al cambio.

Si Europa crece 22 puntos en el ranking de Electromovilidad que combina penetración en mercado de soluciones eléctricas y puntos de recarga en 2021, España tan sólo crece 9. Si comparamos con los países vecinos, quedamos en mala posición, y quizás se pueda entender porqué. No cumplimos con los objetivos que se han ido marcando de progresión electrificada y otros si lo están haciendo.

Por ejemplo, se han instalado menos de la mitad de puntos de recarga eléctrica de los previstos para estas fechas, y quedamos muy lejos de los demás, que están prácticamente sobre los números previstos, gran apuesta de Europa que suponemos seguirá España en breve. Mucho habrá que acelerar, aunque si se quiere, se puede. O eso suelen decir algunos, veremos en este caso.

Coche eléctrico 3Obviamente vamos mejorando respecto a años anteriores, pero mucho hay que correr si no queremos quedarnos fuera del negocio continental, cada día más global. Ahora mismo, sólo el 8% de los coches que se compran nuevos en nuestro país son eléctricos, y en otros países vecinos llegan a porcentajes en torno al 20%, o más como Alemania incluso con un 26%.

Uno de los principales puntos negros de este plan, es que somos lentos en crear las infraestructuras necesarias, y esto condiciona a los potenciales compradores a esperar para comprar o a seguir comprando vehículos propulsados por motores térmicos. Ahí debemos ponernos las pilas, sin duda.

Y otro hándicap es que cuando hay que apostar, lo hacemos a medias. Lo que quiero decir es que en algunos casos nos decidimos a poner puntos de recarga, pero los que ponemos son de baja potencia. Coche eléctrico 4Conclusión, cargas lentas que echan para atrás a los potenciales clientes de vehículos eléctricos. Normal, ya que uno de los bienes más preciados es el tiempo, y a nadie nos gusta perderlo en nada en partícular, y menos en esperar a cargar las baterías de nuestro vehículo. Sin puntos de recarga con potencias superiores a 150 kW estamos vendidos, y lamentablemente es complicado encontrar uno de ellos en España.

Si queremos que algo funcione, y parece que el mundo de nuestro alrededor así lo quiere, hay que apostar por ello, empezando por quienes nos lideran para que la decisión de comprar eléctrico o no sea sencilla, sí o sí. De lo contrario seguiremos siendo colistas en los rankings europeos y cada vez más lejos de los mejores, que es donde deberíamos estar teniendo en cuenta el tamaño y población de nuestro país.

Tendrá que producirse una colaboración colectiva para ir todos de la mano, o ingeniáselas para que nuestros países vecinos recorran de vuelta todo lo andado hasta la fecha. Esto será complicado, pero si no nos gusta la apuesta eléctrica podemos apostar todo lo que tenemos a otro tipo de solución. Si sale mal, estaremos "fritos", pero si sale bien puede ser un golpe de efecto maestro y ponernos a la cabeza del continente. En tiempo y las apuestas nos dirán hacia donde vamos.

Adrián Osés, Locos del Motor.


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