El desarrollo de vehículos e infraestructuras eléctricas parece estar un poco en desorden. Y en realidad es así, hay fabricantes trabajando en unas tecnologías que otros ni siquiera contemplan. Otros se empeñan en tener sus propias herramientas de carga, e incluso tienden a trabajar en cosas que ningún otro contempla, para ser exclusivos. Alguien se puede acordar del ejemplo de iPhone en el maravolloso mundo de los teléfonos móviles...
Las empresas de carga eléctrica para vehículos están saliendo como setas, y ya prácticamente cualquiera puede dedicarse al negocio. Y así nos va. Empresas que respetan las legislaciones eléctricas de ciertos países, pero no de otros, otras se centran en sólo algunos tipos de potenciales clientes y se olvidan de otros, otras empresas preparan infraestructuras sin saber si habrá clientes que las usen en esa ubicación y en cambio no trabajan las zonas donde pueda haber más demanda, y así un lago etcétera.
En definitiva, el orden no es la característica más común a la hora de abordar cualquier aspecto de la movilidad eléctrica. En otros ámbitos, las marcas o países se ponen de acuerdo para tener elementos universales donde el libre mercado es la moneda a utilizar y cada uno juega sus bazas según cree conveniente. Hay muchísimos ejemplos, pero podemos pensar en las pilas por ejemplo, con diferentes tamaños pero todos estandar (el A, el AA, el AAA, etc). Todos fabrican pilas de estos tamaños para la venta para todo tipo de clientes, y después las soluciones industriales van a demanda de cada empresa, pero eso ya es otro tema. El caso es que según una legislación global, todos fabrican lo mismo.
Cualquier tecnología (bueno casi todas) respetan unas características para que todos los fabricantes y usuarios puedan fabricar y utilizar las misma especificaciones. Otro claro ejemplo, los puertos USB o los cargadores de teléfonos y otros aparatos eléctricos. Con un cable Samsung puedes cargar un aparato de otra marca, por ejemplo.
Las televisiones se fabrican en X pulgadas siempre respetando las medidas estnadar del mercado, no sacando cada marca las diemnsiones que ella quiere, en definitiva, estandarización y universalidad. Esas son la clave para cualquier sistema global del tipo que sea. Nada de eso existe en el nuevo mundo de la movilidad eléctrica y sus componetes y herramientas, hasta ahora.
Ya que la marca suiza Juice se ha propuesto crear esa homogeneización que no existe de momento. Gracias a sus sistema Juice Booster 2, todo será posible y encima, en cualquier lugar gracias a su portabilidad. Gran punto a favor que los cargadores físicos convencionales no tienen. Con este sistema podrás cargar cualquier vehículo en cualquier lugar, siempre que haya una fuente de energía claro.
Cualquier toma de corriente, sea del mercado que sea, o sea de la marca que sea, se adaptará a cualquier vehículo gracias a Booster 2, por lo que nunca habrá que preocuparse de adaptadores, compatibilidades, o cualquier tipo de accesorio. Juice Booster 2 lo tendrá todo y podrá llevarse en una simple maleta de gran capacidad de protección, por cierto.
Si realmente es una gran solución, lo cual apunta a que sí, se va a extender rápidamente y cualquier otro sistema que se os ocurra irá quedando obsoleto poco a poco. Veremos si es así o no. Más puntos a su favor, permite gestionar el flujo de energía e incluso hace las veces de "wallbox" doméstico sin necesidad de modificar la instalación. Permite carga monofásica o trifásica, con un rango que va desde los 1,4 hasta los 22 kW, y hasta 32 amperios. Todo esto facilita que práctivcamente cualquier vehículo recargable existente pueda llegar a estar "fully charged" en un tiempo de 3 a 4 horas.
Hoy en día, la mayoría de conductores de vehículo híbrido enchufable o eléctrico, no saben a ciencia ciesta que necesitan para recargar su coche. Imaginad que cambian de país en su trayecto, o van a un lugar que no conocen. El primer problema es encontrar zonas de carga, después averiguar como funcionan, y por último identificar las necesidades. Es posible que sea necesario algún adaptador de potencia por ejemplo, o quizás el tiempo de carga sea muy elevado respecto a otros puntos donde ya ha cargado, etc. Conclusión, incertidumbre por doquier. Que mejor que viajar lleno de tranquilidad sabiendo que vayas donde vayas no vas a tener problemas ni de autonomía ni de carga.
Más ventajas, incorpora interruptones automáticos, conocidos como FI-AEV, lo que elimina la posibilidad tan costosa de incorporarlos a posteriori. Ha sido pensado para no tener que pensar en el tan odiado ¿y sí...? no hay problema con el agua. Como sabéis agua y electricidad se combinan muy bien para causar problemas, pero no con el Booster 2 ya que resiste hasta protección IP67. También es resistente al polvo, y sobre todo, no ocurre nada si un vehículo de 3.000 kilogramos lo pasa por encima. Bien pensado y desarrolado todo esto la verdad, que en general somos muy torpes y tarde o temprano se nos iba a estropear a cualquiera.
¿Hacemos apuestas? Nosotros apostamos por su triunfo en el medio plazo, y por el bien de todos ojalá tengamos razón para que tanto fabricantes como usuarios podamos tener los menores inconvenientes posibles al usar la movilidad eléctrica.
Adrián Osés, Locos del Motor
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