Sin duda una de las citas imperdibles de la temporada del motor son las 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia por excelencia y más importante cada año. Con gran historia y prestigio donde todos quieren ganar sí o sí, ya sean pilotos, equipos, marcas, ingenieros, mecánicos, directores de equipo, y cualquiera que tenga un mínimo aprecio a la competición del motor.
Como muchos de vosotros sabréis, hay varias gategorías, pero básicamente los competidores se dividen en prototipos y GT's. Los GT todos los conocemos, pero, ¿y los prototipos? Durante muchos años ha habido marcas como Audi, Peugeot o Toyota involucrados en el desarrollo de estas bestias, pero también hay otros equipos, quizás no tan conocidos o con tantos recursos que también desarrollan prototipos capaces de llegar al final y pasar por línea de meta cuando la bandera a cuadros está ondeando.
Sin duda son máquinas espectaculares y que no tienen nada que envidiar a la tecnología puntera de la NASA o los aviones, por ejemplo. Complejas hasta el punto de que los propios pilotos deben aprender como funciona cada sensor, cada botón, cada indicador, etc, y por eso pasan gran cantidad de horas en su oficina/cockpit.
Aunque en el volante se sitúan los botones y selectores de ajuste que se utilizan en cada vuelta, los pilotos cuentan con muchos más mandos a su servicio para interactuar con su máquina. Así pues, a la derecha del volante se encuentra un primer panel con más de veinte botones de distinto color: interruptores que se usan con menor frecuencia, pero no por ello poco importantes. Por ejemplo permiten accionar el ventilador, ajustar el brillo de la pantalla y otras cosas. Pensad por ejemplo que las carreras duran 1 día completo y que es necesario adaptarse a la noche cerrada y los cambios de luz y temperatura por ejemplo.
En condiciones de carrera otro panel entra en juego, un poco más a la derecha. Se trata de una especie de panel informativo electrónico activado por la dirección de carrera. Esta es una interfaz de suma importancia para los pilotos ya que el vehículo está equipado con un GPS y recibe alertas por parte de la dirección de carrera en función de su posición en pista. Es una ayuda clave por ejemplo con las banderas azules para ser doblado o con las amarillas en caso de incidente en pista. Complementa a las señales de los comisarios, pero toda ayuda es buena ya que no siempre los comisarios pueden ser vistos.
Otro de los elementos también relacionado con la seguridad son los retrovisores o cámaras traseras. Como en vehículos de calle, muchos GT's montan cámaras traseras para ayudarlos con los prototipos, que, generalmente los adelantan con frecuencia. En el caso de los prototipos, no suelen llevar estas cámaras, pero sí el sistema de radio, entre otras herramientas. Nunca se pierde de vista la seguridad de los pilotos y la hidratación es clave, aunque no tanto el sistema de climatización, que no suelen llevarlo para ahorrar en peso. Importante poder beber de vez en cuando, aunque el líquido se caliente rápidamente debido a la falta de ventilación, lo pequeño del habitáculo y el potencial calor de las horas centrales del día.
Los asientos son auténticas obras de arte, baquet moldeado sobre la espalda de cada piloto, para ganar en confort ya que la exigencia es máxima en carrera. Hay que sentirse a gusto con la configuración por lo que el baquet es clave y también las distancias entre elementos del sistema de conducción.
Existen 2 pedales, ya que el embrague va en el volante. Acelerador a la derecha y freno a la izquierda, luego cada piloto elige si frena como se hacía en tiempos pasados, con el pie derecho, o por el contrario usan la técnica de conducción de un coche de calle automático y frenan con su pie izquierdo.
Interesante cuanto menos, si podéis acercaros a uno no querréis iros de vuelta a casa, y no me extraña. Un lugar en el que perderse, un prototipo Le Mans.
Adrián Osés, Locos del Motor.