El stress de aparcar

Cuando nos examinamos del carnet de conducir, cada uno de nosotros, tenemos nuestros temores o al menos baja nuestra seguridad a la hora de pasar por el trago de realizar ciertas maniobras delante del examinador. A algunos les estresa el bullicio y velocidad de la ciudad, a otros los stops o ceda el paso, a otros los semáforos, a otros los cruces, a otros las rotondas, etc.

Pero, sin duda, los aparcamientos suelen ser los "ogros" de la conducción para novatos, e incluso para profesionales o personas que conducen de manera habitual. Los aparcamientos requieren de paciencia, pericia y tranquilidad, pero no siempre somos capaces de aplicarlas en nuestro favor.

Los aparcamientos son, de largo, las maniobras que más estrés producen en los conductores. Sea cual sea su edad, sea cual sea su género, sea cual sea su experiencia al volante, sea cual sea la situación. Es complicado encontrar conductores cuya maniobra mas deseada sea el aparcamiento, ¿estamos de acuerdo? 

Vamos a analizar nuestros comportamientos. Nos resulta estresante aparcar, es un hecho, y sobre todo cuando tenemos que realizar maniobras marcha atrás, pero ¿qué hacemos al respecto? Pues evitar tener que pasar por ese mal trago. Evitamos aparcar marcha atrás o hacer maniobras y buscamos un hueco donde podamos entrar directamente sin tener que tener cuidado de poder tocar a otros vehículos u obstáculos. No siempre es posible, pero al menos lo intentamos hacer, tiene sentido.

Incluso hay otro tema a tener en cuenta para saber si el nivel de estrés al realizar maniobras de aparcamiento crece o no, y es si alguien nos está mirando o si alguien va con nosotros dentro del vehículo. Si somos el único ocupante del vehículo y "no hay moros en la costa", el nivel de estrés baja e incluso no lo hay, pero si alguien viaja con nosotros o hay gente cerca del lugar de los hechos, nos ponemos más nerviosos. Es de cajón, pero hay que destacarlo. Si hay alguien que no lo ve así, lo llamaremos "el raro", porque no he conocido a nadie todavía al que no le ocurra esto. Los habrá, seguro, pero están escondidos.

Esto estrés ante los aparcamientos trae consigo consecuencias, como la negativa o el miedo a comprar o conducir vehículos más grandes que los que estamos acostumbrados a conducir. Claro ejemplo las personas que sólo conducen vehículos de pequeño tamaño, y no salen de ahí. Ante la ocasión de tener que ponerse al volante de un vehículo mayor al suyo, la respuesta es o no hacerlo, o incluso pedir a alguien que lo haga por ellos.

Lo de pedir que otro "se coma el marrón" es muy común. ¿Quien no tiene un amigo o amiga que llega a donde habéis quedado, deja su vehículo en medio de la calle, y os pide que se lo aparquéis? Seguro que muchos de vosotros os sentís idendificados con esto y os ha ocurrido en más de una ocasión. Este tipo de personas, desiste ante el parking, y busca la solución fácil para "no quedar en evidencia" por su falta de pericia en las maniobras de precisión.

Quizás lo de pedir que aparque otro en nuestro lugar era más de hace unos años, ya que hoy en día, hay varios modelos y marcas que son capaces de aparcar sin conductor. Es un buen invento, pero por otra parte, nos deja sin practicar a la hora de aparcar ya que el vehículo "se lo guisa y se lo come" todo él sólo. Nuestra recomendación es usar estas nuevas tecnologías porque funcionan muy bien, pero no siempre, ya que debemos seguir "en forma" al volante de ese vehículo y de cualquier otro.

Hemos de reconocer que aparcar hace unos años podía ser más sencillo ya que las plazas de aparcamiento eran más que adecuadas para el tamaño medio de los vehículos de hace unos años. Pero, ahora, la tendencia de la gran mayoría de marcas es a fabricar vehículos cada vez mayores, y las plazas de aparcamiento no suelen crecer en tamaño, ¿no? Probablemnete la media de los tamaños de las plazas se encuentra entre 2,4 y 2,5 metros de anchura, y los 4,8 y los 5 metros de longitud. Muchos vehículos ya no caben bien, de una u otra manera, la dificultad de aparcar aumenta, eso está claro.

Revisando algunos de los vehículos con capacidades de aparcar sólos, nos hemos fijado en el ID Buzz de Volkswagen, que es capaz de grabar una maniobra de parking realizada por el conductor, para después aplicarla él sólo cuando se vuelve a aparcar a esa misma zona o lugar. La función recuerda maniobras realizadas a velocidades inferiores a 40 km/h con una distancia de movimiento de hasta 50 metros. esto prácticamente cubre todo lo que os podais imaginar. Ejemplo, aparcar marcha atrás en un garage antiguo de centro de ciudad. El conductor aparca la primera vez, guarda la maniobra, y el vehículo ya puede completar la misma secuencia de manera autónoma en el futuro las veces que sean necesarias. No está mal, ¿eh?

Incluso el Parking Assist Plus de Volkswagen puede buscar un espacio de parking antes de realizar la maniobra. Otra manera de reducir el estrés que supone en ciertas ocasiones encontrar un hueco para estacionar nuestro vehículo. Para ello debemos reducir la velocidad por debajo de 40 km/h, y una vez encontrada por nuestro ID Buzz, debemos detenernos al lado del hueco, pisar el pedal de freno y activar el procedimiento de parking. Pan comido, y totalmente relajados.