La formación es la base de la mayoría de sistemas que conocemos. Debemos enseñarnos unos a otros para que la rueda siga girando y mejorando día a día. En la conducción ocurre lo mismo, y las autoescuelas son las zapatas que soportan los pilares de la circulación vial y, al fin y al cabo, de nuestra seguridad.

Profesor de autoescuela 2El papel desempeñado por las academias de conducción es fundamental en nuestra sociedad, proporcionando educación y capacitación para los conductores e incluso peatones. Desde el punto de la seguridad vial, las autoescuelas enseñan buenas prácticas de conducción, las reglas de tránsito y técnicas de manejo defensivo. Al final, todo esto ayuda a mejorar la seguridad en las carreteras al reducir accidentes y lesiones.

Los profesores de autoescuela son, incluso más clave que los profesores de colegio, instituto o universidad, ya que pueden y deben marcarnos para el resto de nuestra vida. Nos referimos a marcarnos para bien, inculcarnos lo que debemos y lo que no debemos hacer cuando conducimos un vehículo. Pueden marcar la diferencia entre salir indemnde de un accidente o directamente no salir del accidente. Ya me entendéis...

Los profesores de autoescuela deben ser conductores, por lo general, más capacitados que la media de conductores. Es normal, deben proporcionarnos habilidades prácticas y teóricas al resto de conductores o futuros conductores. Debemos aprender de quien más sabe. Teniendo en cuenta que ellos conocen las señales de tráfico, las normativas legales, los comportamientos seguros e inseguros, más nos vale que nuestro profesor de autoescuela sea de los buenos, ¿no os parece?

Profesor de autoescuela 3¿Cómo es un buen profesor de autoescuela? Esta pregunta tiene respuesta complicada, y es subjetiva, claro está. Pero por norma general, un buen profesor de autoescuela fomenta la conciencia sobre la importancia de la responsabilidad al volante, y la consecuencia es que los conductores formados por este profesor, son más conscientes y respetuosos de las normas de tránsito.

Esta claro que los conocimientos técnicos son muy importantes, pero no lo son todo. Podemos decir que son la base de un buen profesor, pero no garantizan el resto. Cuanto más y mejor conozca el reglamento vial, está claro que mejor para él y para sus alumnos.

Se ocupará de enseñarnos técnicas defensivas, con el fin de reducir los números de siniestros. Suena un tanto raro decir técnicas defensivas, pero lo son. Nos referimos a saber que hacer en caso de colisión inminente o pèrdida de control del automóvil, por ejemplo. Un buen profesor nos ayudará a entender la situación crítica y cómo debemos reaccionar ante ella. Hay que tener en cuenta que en décimas de segundo podemos salir ilesos o acabar en la caja de pino. Hay mucho en juego y es una gran diferencia, ¿verdad?

Tiene que preocuparse por seguir los requisitos legales para que alcancemos nuestro objetivo, que no es otro que conseguir el ansiado carnet de conducir y convertirnos en buenos conductores. Al alcanzar la licencia, contribuimos (también el profesor de autoescuela) a mantener un estándar mínimo de competencia para los conductores en las carreteras.

Profesor de autoescuela 4No la pongo la primera, pero quizás debería. La paciencia es fundamental, ya que nadie nace aprendido y se cometen errores. Además cada alumno necesita su tiempo, y el profesor siempre está a su lado viendo su evolución, que no siempre es tan rápida como solemos desear. Si el profesor es paciente, ya tiene mucho ganado para ser considerado un buen profesor de educación vial ya que no genera estrés adicional en el alumno.

Las habilidades para enseñar tampoco es algo que todos tengamos, pero ser capaz de transmitir información de manera clara y efectiva es crucial. Esto implica ser flexible y adaptar el método de enseñanza a las necesidades individuales de cada estucuante, ya que cada persona aprende de manera diferente.

La ética profesional va implícita. Al fin y al cabo es un profesor y de él depende que sus alumnos circulen seguros durante muchos años de su vida. Transmitir valores de seguridad vial y respeto por las normas de tráfico es esencial. Un buen profesor de autoescuela debe promover conductas seguras y responsables al volante, para que sus alumnos prediquen con el ejemplo e intenten influenciar en otras personas posteriormente para contribuir a la seguridad de todos.

Como casi siempre en la vida, la empatía ayuda muchísimo a comprender las dificultades y los miedos de los estudiantes, por lo que un buen profesor puede anticiparse y brindar un ambiente de aprendizaje positivo. Gracias a la empatía, un buen profesor crea una buena confianza entre alumno y profesor. Otra gran clave.

Profesor de autoescuela 5Tener habilidad para manejar el estrés da muchos puntos en este ranking de buenos profesores de autoescuela. Hay situaciones en las que puede haber gran tensión o riesgo, por lo que un buen profesor mantendrá la calma y guiará al estudiante de manera efectiva incluso en situaciones desafiantes. No es sencillo, pero la experiencia suele ayudar a mejorar esto.

Los buenos profesores, se actualizan de manera constante y no se dejan llevar por lo que ya aprendieron en el pasado. Las leyes de actualizan de manera frecuente, las nuevas tecnologías y tipos de vehículos van llegando al mercado cada vez más rápido, y siempre hay cosas nuevas que aprender. Por tanto, el buen profesor debe estar al dia para ser lo más eficiente posible.

Deben ser buenos comunicadores o practicar la comunicación efectiva, ya que si un estudiante entiende de manera errónea una instrucción, podemos tener un desenlace no deseado. Es vital poder resolver potenciales dudas de los alumnos para que ninguno cometa errores no reversibles. Siempre deben mantener bien informados a toda la gente que puedan, al final ellos son los expertos y la información que manejan es esencial para todos los demás.

Y vuestro profesor de autoescuela, ¿cómo es o fue? ¿os marcó para bien o para mal? Tiempo de reflexión.

Adrián Osés, Locos del Motor


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