En los últimos años, lo que se conoce como Mejora Continua, es una constante en la mayoría de empresas, asociaciones reguladoras, mutinacionales y demás colectivos. Se supone que debemos ir mejorando los procesos y los resultados cada año si somos metódicos aplicando las mejoras oportunas en base al análisis realizado cada poco tiempo.
La teoría es sencilla, se mide, se identifica qué se debe mejorar, se estudia cómo hacerlo y se hace. El ciclo vuelve a empezar tras las actuaciones volviendo a medir para continuar con el proceso cícilico año tras año, o periodo tras periodo. Este tipo de metodología está muy implantada y explotada en el mundo de la automocíon, y tanto fabricantes como proveedores lo conocen de primera mano.
Los organismos reguladores también trabajan bajo principios de mejora continua, y la normativa Euro de emisiones de motores de combustión es un claro ejemplo de ello. Teniendo como meta la sostenibilidad y la reducción de contaminación, el mayor sistema regulatorio europeo de emisiones comenzó publicando su normativa Euro 0. Tras ello, y con el paso de los años, han ido surgiendo las siguientes, siempre más restrictivas en cuanto a contaminación que las anteriores.
Desde la Euro 0 hasta la Euro 6 las conocemos todos, sobre todo los fabricantes de automóviles, que han tenido que ir adaptándose minuciosamente a cada "mejora" de la reglamentación. Mucha investigación y desarrollo para hacer cada vez motores más eficientes y limpios. Han tenido que ingeniárselas para cumplir con los límites y lo han hecho, pero, ¿qué va a ocurrir con la nueva Euro 7? En teoría su publicación está al caer, aunque ya se ha retrasado hasta en 2 ocasiones.
La preocupación y las dudas son numerosas, ya que todo apunta a que el fin de los motores de combustión está cercano. ¿Estamos preparados? ¿Serán los híbridos una opción o también serán defenestrados? ¿Y tal y como está el tema energético y sus altos precios, estamos preparados para dar el salto al vehículo eléctrico para todos los usuarios? Estas y otras dudas nos asaltan.
Parece que la fecha de 2035 es el límite para la combustión, pero tal y como está el panorama mundial todo puede ocurrir. Desde que se retrasen estos planes hasta 2050 por ejemplo, o hasta que incluso los 27 países miembros de la unión decidan cambiar todo el plan Euro 7 y sea totalmente diferente a lo que apunta ahora mismo.
Es curioso como se quiere reducir las emisiones al máximo en Europa, pero otros lugares como China, Rusia o India ni se les pasa por la cabeza hacer nada similar. También es curioso como se ataca al coche o a las motos cuando los aviones, especialmente los privados, son las mayores fuentes de contaminación que existen en cuanto a medios de transporte. Y también es curioso como está subiendo la electricidad como para asumir que habrá para todos los vehículos eléctricos que tendremos en funcionamiento dentro de poco (todo esto según los planes europeos, que luego habrá que ver si se cumplen).
Esperemos que vayan saliendo a la luz nuevas fuentes de energía para la movilidad como la pila de combustible de hidrógeno o cualquier otra, ya que la electricidad no parece ni ser suficiente a la demanda ni ser asequible en los próximos años. Ya no entramos en lo que cuesta o lo que se contamina fabricando vehículos eléctricos, eso es otro tema. Quizás lo más sensato sería no ser tan restrictivo con los motores de combustión y dejar que los clientes elijan sus modos de mobilidad, ¿no os parece? Ahí va la explicación, que seguro os hace reflexionar:
Adrián Osés, Locos del Motor
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