Estamos hartos de siempre escuchar que ciertas cosas son diferentes, que no tienen nada que ver con otras que ya conocemos, y muchas veces esto puede ser verdad, aunque con matices.
Por ejemplo no es lo mismo ver un evento, del tipo que sea, en la televisión, que en directo. De eso no cabe duda, pero no vamos a eso, sino a que a veces hay cosas realmente especiales como por ejemplo asistir a un fin de semana de carreras en un circuito urbano.
Es obvio que un circuito por las calles de una ciudad en nada tiene que ver a un circuito convencional. No hay margen para el error ya que si lo cometes te estampas contra el muro. En cambio en los circuitos convencionales se puede ir "más relajado" sabiendo que hay hierba, grava o incluso porciones de asfalto que pueden darte una vida extra y permanecer en carrera.
Existe un gran componente psicológico que te hace levantar el pie o incluso frenar en algunas zonas de un circuito urbano donde se percibe el peligro, y normalmente esos gestos marcan la diferencia entre la victoria y quedar segundo, o incluso fuera de carrera. Este pasado fin de semana tuvimos la suerte de poder acercarnos a Pau, al sur de Francia, donde se celebraba un gran evento del motor, el Pau Motors Festival 2022 con el WTCR y ETCR como platos fuertes pero también con otros campeonatos de Euro Fórmulas, copa Twingo y demás eventos de vueltas VIPS, entre otras cosas.
La atmósfera de la ciudad es especial ya que todo el mundo sabe que ese fin de semana tenía lugar el evento. Incluso los no amantes del olor a gasolina y neumáticos de competición lo tienen claro, "este fin de semana tenemos los coches". No faltaban carteles del evento o relacionados con el mismo, incluso los patrocinadores del evento eran varios con el mismo trasfondo, fabricar combustibles eco, buscar nuevas formas de movilidad alternativas a la combustión y trabajar en un mundo más limpio sin dejar en la cuneta al motorsport. Había una gran oportunidad de aprender sobre el futuro y de ver opciones como vehículos clásicos reconvertidos a 100 % eléctricos, nuevos materiales fabricados a partir del reciclaje de otros, el mismo WTCR con su evolución próxima al ETCR, etc
Una pasada ver a los mejores del mundo de los turismos, pero quizás aún más ver a jóvenes pilotos y aficionados disfrutando con competiciones de Euro Fórmula y Twingos. Atmósfera festiva acompañada un tiempo espectacular. Sol y sin lluvia que dejó bastantes quemazones de piel pero unos días y horas donde los más de 100.000 aficionados que se acercaron a Pau Ville Circuit se olvidaron de las catástrofes y problemas de hoy en día, que no son pocos por otra parte.
Uno de los puntos críticos de las carreras del fin de semana fueron las trampas o pequeños obstáculos que alberga el trazado urbano francés. Nos referimos a los pasos de cebra, alcantarillas, bordillos y protecciones. Elementos comunes en un circuito urbano pero que pueden marcar la direrencia. Os preguntaréis porque, y la respuesta es clara, estos elementos pueden hacerte ganar o perder una carrera. Uno de los puntos más bonitos de ver era el paso por una rotonda donde los vehículos volaban literalmente para ganar esas milésimas clave. 
Si no pasaban sobre la rotonda, sus tiempos por vuelta eran considerablemente peores, así que había que "jugársela" y rezar para que suspensiones, neumáticos y demás componentes del vehículo aguantasen los saltos y las caídas. Impactaba el sonido del fondo plano del coche contra el asfalto, y las manos de los pilotos para contorlar sus coches. Puro espectáculo.
Cuando hay problemas en pista, es más habitual que el coche de seguridad tenga que hacer acto de presencia en un circuito urbano, pero si tienes todo preparado para retirar los vehículos accidentados de manera eficiente, no tiene que trabajar tanto. La cantidad y el tamaño de las grúas en este circuito era enorme, y verlas trabajar... otro nivel. Eficiencia pura y dura para sacar los coches accidentados de zonas peligrosas en menos que canta un gallo. Gran gestión la verdad.
Algo también diferente es presenciar un accidente en un circuito urbano. Los sonidos son muy diferentes, ya que no sólo existe el sonido de contacto entre vehículos o el de un vehículo contra los neumáticos de seguridad. Aquí entran en juegos las protecciones y el arrastre del vehículo sobre la pista. Pudimos presenciar un accidente en directo y el impacto seco del Alfa Romeo de Filippi contra las protecciones fue sencillamente inolvidable. El Alfa no sólo chocó contra las vallas, sino que al romper su suspensión trasera fue deslizando sobre el asfalto hasta ir a parar contra los neumáticos y protecciones plásticas de una de las curvas del circuito. Un accidente "diferente" con sensaciones diferentes para el espectador. Los pilotos temen estos 
accidentes más que los de circuitos concvnecionales y también entendimos porque, salen siempre conmocionados y "tardan en volver con nosotros".
Otro punto a favor de los circuitos urbanos es la cercanía de los protagonistas a los aficionados. Se puede ver y hablar con cualquier piloto o miembro de los equipos y eso, quieras que no, le da un toque que los circuitos convencionales no tienen. No es que en los circuitos habituales no existan estas posibilidades, pero son más complicadas de que se den. En Pau, la verdad es que estuvieses en el sitio en que estuvieses, "podías ser parte del evento".
Un fin de semana inmejorable, y además con victoria de Mikel Azcona en las segunda carreras del Mundial de Turismos en su evento de debut con su nuevo Hyundai Elantra N TCR y su nuevo equipo BRC Racing Team, que nos hizo vibrar como acostumbra. ¡Sí a los circuitos urbanos!
Adrián Osés, Locos del Motor
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