Todos sabemos que conducir sobre nieve no es lo mismo que conducir sobre asfalto seco y en buenas condiciones. Es, quizás, una diferencia enorme entre ambas superficies y los conductores no tienen porque ser expertos en ambas. En algunos lugares del planeta, la nieve no aparece en años, por lo que es normal que la destreza sobre nieve sea poca o incluso ninguna, y que reine el caos en estas situaciones.
Otro tema son los conductores habituados a conducir sobre nieve durante varios meses al año, que con la ayuda de neumáticos de clavos, consiguen llegar a destino sin incidencias y como si condujesen sobre asfalta seco. Digamos que el nivel de conducción sobre nieve es muy alto, y que si controlas tu vehículo sobre nieve, sobre asfalto no tendrás ningún tipo de problema.
La conducción sobre nieve también se entrena, sino que se lo digan a los nórdicos en los rallys de Suecia y Noruega por ejemplo donde es prácticamente imposible ganarles en sus rallys de casa, bueno hasta que llegaron ciertos monstruos como Carlos Sainz, Sebastien Loeb y Sebastien Ogier, pero eso es otro tema. A lo que vamos, que si tenéis la oportunidad de entrenarlo, mejor que mejor.
Ya si es de la mano de profesionales y marcas que respaldan estos eventos ya ni hablamos. Tener la oportunidad de asistir a cursos de conducción avanzada sobre nieve es todo un privilegio y podéis llegar a ser auténticos maestros al volante, y bailar sobre la nieve. Para los que no tendréis estas oportunidades, viene bien repasar la teoría y sobre todo las mejores imágenes con estos ejemplos de Lamborghini, Caterham o Audi, pero hay más marcas que los organizan. Sólo hace falta estar atento a las fechas, apuntarse, y sobre todo una cartera que soporte el gasto. Fácil y sencillo, aunque bastante "expensive".
Adrián Osés, Locos del Motor.
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