Hoy en día lo de comprar un vehículo ha evolucionado. Más gente tiene acceso a ellos y hay más alternativas de motorización también. Incluso a veces se adquieren varios vehículos de golpe, como puede suceder en muchas empresas y por eso la forma de vender también ha cambiado.

Los fabricantes se adaptan cada vez más a las necesidades del cliente y, en muchas ocasiones, se hacen acuerdos a medida que permiten que ambas partes obtengan un buen beneficio y que garantizan una colaboración a futuro que afianza la relación marca-cliente.

El renting es una modalidad que va ganando adeptos cada día. Las empresas normalmente ni se lo piensan entre comprar vehículos o hacerse con ellos en modalidad renting ya que para la compra de varios vehículos queda claro que el renting no tiene rival. Pero también para particulares el renting está en auge.

Todos sabemos lo que implica comprar un vehículo en propiedad, pero quizás no todo el mundo conoce que implica si lo adquirimos de renting. Quien lo sabe, valora el renting, dando igual su edad, género o nivel económico. Lo que suele ser importante, es el perfil de conductor, que es el que necesita hacer muchos kilómetros cada día, ya sea por trabajo, placer u otros asuntos.

Estas personas necesitan cambiar de vehículo de forma habitual ya que necesitan seguridad, confort y fiabilidad, y el renting garantiza las 3. Además, el renting facilita la gestión del vehículo, incrementa el ahorro y aumenta la comodidad de tener todo incluido en un único recibo mensual.

La operadora del renting es quien se encarga de gestionar el mantenimiento del vehículo, ya sea cambio de neumáticos, revisiones, cambios de aceite e incluso las posibles reparaciones de averías. Toda una ventaja, y siempre con coche a tu disposición, no como cuando tienes tu vehículo propio que según como tengas contratado el seguro te quedas tirado durante unos días.

Los impuestos tampoco dan quebraderos de cabeza, ya que la operadora se encarga de hacer los pagos necesarios mientras el contrato con ella esté en vigor. Básicamente hay que encargarse de elegir la ruta, conducir y repostar, el resto de tareas y preocupaciones desaparece con el renting.

Y no nos olvidamos de lo que quizás sea más conocido entre los conductores. El renting ofrece la posibilidad al usuario de renovar el vehículo una ver finalizado el contrato por lo que siempre se tienen vehículos a estrenar o en sus primeros años de vida. Gran punto a favor de la seguridad del conductor y ocupantes, del medio ambiente y de estar siempre a la última en tecnología.

La verdad es que si vais a hacer muchos kilómetros, al opción de renting facilita mucho vuestra vida y tiene grandes ventajas que eliminan los escenarios típicos en cualquier conversación de “el coche es un gran gasto” o “el coche no me da más que quebraderos de cabeza”. A valorar sin duda.


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