El deporte puede dar muchas alegrías, pero a veces también puede llegar a ser muy cruel. Hoy recordamos uno de los momentos más crueles de la historia de los rallys. El español Carlos Sainz y su copiloto Luis Moya estaban a punto de ser campeones del mundo de Rallys en el año 1998. Era el Rally de Gran Bretaña (la última prueba), y era el último tramo. Tan sólo a medio kilómetro de la línea de meta el Toyota Corolla tuvo una avería y se paró. Todo parecía una pesadilla con la famosa frase "Trata de arrancarlo, por Dios" de Luis resonando sobre todos los presentes, y nadie se lo podía creer, ni Carlos, ni Luis, ni sus familares, ni la prensa, como si de la peor de las pesadillas se tratase. Es difícil acordarse de momentos con tanta mala suerte concentrada, pero como dice Luis Moya, siempre hay que quedarse con el lado positivo de las cosas. Sainz y Moya perdieron el que iba a ser su tercer Mundial de Rallys y Tommi Makinen fue coronado campeón. Sin duda, uno de los momentos más crueles de la historia del deporte, que nunca será olvidado. Os dejamos con los vídeos que muestran el momento y las reacciones. Una verdadera lástima, pero esto no hace más que aumentar la leyenda del gran dúo Sainz-Moya que fue y será una de las mejores parejas del mundo de los rallys. Desde Locos del Motor les mandamos la enhorabuena por habernos hecho disfrutar tanto de los Rallys. Primera parte: Segunda parte: Adrián Osés, Locos del Motor

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