Comprar un supercoche no significa que el conductor sea un experto, es más, en algunos casos, los compradores de supercoches no son ni siquiera buenos conductores.
Y al final se acaba pagando. Por muy buenos sistemas de seguridad y ayudas a conducción que tengan los supercoches, su complejidad de manejar es mayor que la de los vehículos comunes.
Hoy os enseñamos un vídeo que debería hacer reflexionar a mucha gente. Los experimentos en circuito cerrado que hay vidas en juego y los juguetes potentes pueden ser un arma de doble filo. Una verdadera lástima ver que fácil y rápido se pueden tirar muchos miles de euros a la chatarra. Atentos a la escabechina:
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