Tras el parón veraniego, el WTCR volvía a la acción y lo hacía en un circuito nuevo y muy técnico como es el de Ningbo (China). Primera de las 4 citas asiáticas del mundial tras las carreras en Europa, y por tanto la parte decisiva del campeonato.
El único representante español del certamen, el navarro Mikel Azcona corría en Ningbo por primera vez por lo que utilizó las sesiones libres del viernes para empezar a conocer el trazado chino.
Con subidas y bajadas continuas y curvas complicadas, el nuevo circuito suponía todo un reto para Azcona. Además, el grip era escaso, por lo que conseguir vueltas rápidas era todavía más complicado. El navarro consiguió ser séptimo en la primera tanda libre y ser el más rápido en la segunda mientras confirmaba sus conocimientos de simulador y los complementaba con sus sensaciones a los mandos de su Cupra TCR.
El sábado fue el día de confirmación de todo lo aprendido entre el simulador y las sesiones libres del viernes, ya que Mikel consiguió clasificar tercero en la primera sesión de clasificación, lo que le dio el tercer puesto de parrilla y el tercer escalón del pódium tras una carrera muy disputada.
Muller y Ma fueron sus rivales al principio de la carrera. Una dura lucha por la victoria, que cambió de forma radical cuando los neumáticos delanteros de Azcona empezaron a sufrir de degradación, lo que hizo que los rivales fuesen Michelisz y Catsburg. A partir de entonces la lucha fue por el último escalón del pódium. Mikel tuvo que emplearse a fondo para contener a los Hyundai y cruzar la bandera a cuadros con 16 puntos en el bolsillo.
Una de cal con un gran sábado, pero una de arena el domingo donde todo se torció. Las cosas comenzaron complicadas con la clasificación 2, donde el español no pudo entrar a Q2 quedando en puesto 16. Tan sólo dispuso de 2 intentos con ruedas nuevas lo que le penalizó claramente, incluso teniendo lluvia en el último sector del trazado. Ya sabemos que las clasificaciones son la base de un buen resultado, y el domingo pintaba negro.
Una verdadera lástima ya que Mikel y PWR Racing demostraron su gran ritmo durante viernes y sábado, y podrían haber marcado un resultado global de fin de semana espectacular de haber clasificado bien. Tocó salir en el medio de todo el pelotón, y Azcona no pudo evitar los innumerables toques que hubo entre la mayoría de pilotos. Ambas carreras tuvieron una historia muy similar para el navarro, que como consecuencia de los toques se vio obligado a abandonar. La rotura del radiador y un problema de refrigeración dejaron fuera a Mikel que acabó el domingo sin puntos en su cuenta.
Lo más importante es que Mikel sumó puntos para la clasificación general y sigue en la lucha. El líder del mundial hasta entonces no consiguió un solo punto e Yvan Muller consiguió un total de 76, lo que demuestra que una sola cita mundialista puede alzarte a lo más alto o hundirte en la miseria, como le pasó a Guerrieri.
Ahora toca prepararse para una cita en un circuito especial, el de Suzuka (Japón), donde a buen seguro que Mikel nos enseña lo rápido que puede ser y seguimos viendo espectáculo del bueno.
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