Hoy en día, el número de marcas fabricantes de automóviles va en aumento y el mercado automovilístico está lleno de opciones, pero no siempre fue así. Desde los orígenes del automóvil hace más de 100 años, muchas marcas han intentado ser las que proporcionasen un medio de transporte a muchos conductores en el mundo, pero pocas lo han ido consiguiendo a lo largo de la historia.
Como en estos días, algunas marcas participaban en competiciones de carácter mundial para desarrollar y mejorar su oferta de vehículos, y también como ahora la competencia era feroz.
Hoy os vamos a hablar de una de las historias más interesantes entre 2 marcas rivales de la historia, con Mercedes y Autounión (actual Audi) peleando por ser la mejor marca de automóviles alemana de la época, y también del futuro.
En esos años, todos los vehículos alemanes de competición iban pintados de blanco, pero para poder ganar, era necesario buscar un plus y reducir el peso, ya que las prestaciones de ambas marcas eran prácticamente iguales.
A un ingeniero se le ocurrió quitar la pintura del vehículo, y eso hizo que ganaran 2 kilos extra y gracias a ser más ligero, su vehículo ganó. A partir de entonces los coches alemanes pasaron a ser plateados y la fiera competición continuó de manera muy interesante. Una rivalidad que todavía perdura.
Sin duda, la historia no es tan densa cuando se trata del mundo del automóvil, ¿no os parece? No os perdáis el vídeo:
Como en estos días, algunas marcas participaban en competiciones de carácter mundial para desarrollar y mejorar su oferta de vehículos, y también como ahora la competencia era feroz.
Hoy os vamos a hablar de una de las historias más interesantes entre 2 marcas rivales de la historia, con Mercedes y Autounión (actual Audi) peleando por ser la mejor marca de automóviles alemana de la época, y también del futuro.
En esos años, todos los vehículos alemanes de competición iban pintados de blanco, pero para poder ganar, era necesario buscar un plus y reducir el peso, ya que las prestaciones de ambas marcas eran prácticamente iguales.
A un ingeniero se le ocurrió quitar la pintura del vehículo, y eso hizo que ganaran 2 kilos extra y gracias a ser más ligero, su vehículo ganó. A partir de entonces los coches alemanes pasaron a ser plateados y la fiera competición continuó de manera muy interesante. Una rivalidad que todavía perdura.
Sin duda, la historia no es tan densa cuando se trata del mundo del automóvil, ¿no os parece? No os perdáis el vídeo:
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