Audi es una de las marcas que normalmente desarrolla más sistemas pioneros en el mundo del automóvil, y por supuesto en el mundo de la competición.
Uno de estos hitos que siempre serán recordados ocurrió en 1982, cuando la marca de los 4 aros ganó el Campeonato Mundial de Rallys con un modelo de tracción a las 4 ruedas, el "quattro", convirtiéndose en el primer fabricante de automóviles en lograrlo.
Y otro logro muy importante y en que nos centraremos en este post, ocurrió hace casi una década en 2006 cuando la marca alemana ganó las legendarias 24 horas de Le Mans con un coche propulsado por una unidad de potencia diésel.
El Audi R10 TDI sobrevivió a todos los obstáculos que conllevan las 24 horas de Le Mans, la carrera por excelencia en el mundo de la conducción de resistencia y la que todo piloto y marca quiere ganar. Y no sólo sobrevivió, sino que fue el vehículo más eficiente y se alzó con la victoria en su primer intento.
Con un desarrollo totalmente nuevo, sin muchos kilómetros de test y con tan sólo las 12 horas de Sebring como ensayo general, Audi aterrizó en Le Mans con la intención de mostrar la fiabilidad y eficiencia de su motor V12 TDI y plantar cara a los demás participantes, todos ellos con motores gasolina.
Como curiosidad, Audi utilizó un sólo motor para las sesiones de entrenamientos libres, la clasificación y la carrera, por lo que tuvieron que gestionar su uso al mínimo posible apenas rodando en los entrenamientos libres y la clasificación para poder dar lo mejor de sí durante las 24 horas de carrera.
El fabricante alemán alineó 2 coches en el evento, y mientras el primero de ellos (número 7) sufrió varios contratiempos durante la carrera, el segundo (número 8) pilotado por Frank Biela (D), Emanuele Pirro (I) y Marco Werner (D) funcionaba a las mil maravillas y cruzaba la línea de meta en primera posición.
El Audi número 8 registro una espectacular velocidad media en carrera de 215,4 km/h y el comentario general era lo limpio que era su V12, tanto que cuentan que el jefe de desarrollo del motor intentó limpiar los tubos de escape del Audi al final de la carrera y las servilletas estaban limpias. Quizás un poco exagerado, pero el hito fue muy importante. Primera gran cita del diésel y victoria.
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