Quien más o quien menos, solemos preguntarnos a nivel general como será el futuro, donde estaremos dentro de unos años, como envejeceremos, o quien dominará el mundo en unos años, pero también nos da por pensar en como evolucionarán ciertas cosas que conocemos de cierta manera en la actualidad.
Para nosotros, los amantes del mundo del motor, llegar a saber como se desarrollará cada marca para dar al cliente de hoy y de mañana lo que necesita, es cuestión de curiosidad y de, porqué no decirlo, apuestas personales. Habrá marcas que apostarán por centrarse en la movilidad eléctrica, otros se centrarán en la conducción autónoma donde la figura del conductor tenderá a desaparecer y todos los ocupantes del vehículo serán pasajeros, otros fabricantes apostarán por el hidrógeno, y otros probablemente por tecnologías todavía por descubrir.
El caso es que algunas marcas ya han enseñado por donde pueden ir sus cartas, y la marca que os enseñamos hoy es digna de aplauso. Sabemos que son intenciones y que muchas de sus tecnologías "propuestas" no llegarán nunca a utilizarse, pero poder ver un Concept Car como el Lincoln L100 totalmente de otro planeta, y que además sirva de celebración de aniversario redondo de la marca, no tiene precio.
La marca americana Lincoln comenzó fabricando motores de avión a principios del siglo XX, pero tras reinventarse y ser comprada por Ford, hoy en día pueden celebrar los 100 años de ese hito con el L100 que bien puede parecer del siglo XXII. Decir que será un vehículo del siglo XXI es arriesgado, aunque tampoco hay que descartarlo.
Un espectáculo hecho concept con ciertas características que quizás nos chirrían un poco. Destacan sus enormes puertas con un sistema que no será muy efectivo si hay otros vehículos aparcados a su derecha o a su izquierda. También destaca su no uso de materiales de origen animal, la gran visión tanto de fuera hacia dentro como de dentro hacia afuera, sus líneas que lo asemejan a una gota de agua enfrentada al viento, si ausencia de pedales para conventirlo en una solución autónoma y 100 % eléctrica, y su pantalla enorme situada en el suelo donde poder relajar la vista de todos sus ocupantes. Mejor lo vemos, y dejais de imaginar, el resultado de ver el vídeo: sin palabras y con ganas de ver la película de ciencia ficción completa:
Adrián Osés, Locos del Motor
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