No cabe duda de que este año que acaba de terminar ha sido uno de los más complicados de la historia reciente de nuestro país. Fuertemente impactado por la maldita pandemia pero también por otros problemas, relacionados o no, con el covid-19, como por ejemplo la crisis de suministros, la desorbitada inflación, el aumento generalizado de precios, o la gran incertidumbre en las familias que han preferido acudir al mercado de segunda mano o simplemente no usar sus ahorros.
Si echamos la vista atrás, los fabricantes han tenido que lidiar con muchos días de cierre de sus fábricas y sus terribles consecuencias. La gran mayoría de vehículos se podían fabricar casi al 100 %, pero faltaban microchips o algunas otras piezas, haciendo que los vehículos casi terminados tuviesen que esperar en las campas de las fábricas impidiendo que sus hermanos pudieran salir de las líneas de producción debido a la falta de espacio y los sobrecostes de almacenamiento.
Los trabajadores han sido enviados a ERTE, o incluso obligados a gastar sus vacaciones del año y hasta de años venideros. También los trabajadores eventuales han tenido que irse a sus casas, los transportistas parar su actividad y los concesionarios recortar sus plantillas. Un auténtico desastre teniendo en cuenta que cada vehículo que no se fabrica es una buena suma que se deja de ganar. Dicho de otro modo, las oportunidades de fabricar vehículos se han ido a la basura y ese tiempo no vuelve.
Todo esto implica que el problema no se queda en lo que ya sabemos, sino que cuando todo vuelva a funcionar a pleno rendimiento, los clientes verán incrementadas sus esperas por nuevos vehículos ya que, aunque pocas, han ido entrando nuevas órdenes de producción y éstas están en la lista de tareas pendientes, por lo que las fábricas no van a ser capaces de abastecer la demanda a corto plazo ni medio plazo.
Como ya sabemos, la mayoría de marcas han tenido vacas muy flacas en 2021, y esto viene de lejos en algunos casos. Pero como suele decirse, en épocas de crisis siempre hay alguien que sale reforzado y en el caso de la automoción española hay 5 claros ganadores en este 2021 tan "para olvidar".
El primero de ellos es SEAT, con nuestra medalla de oro a la marca más vendida en España en el pasado curso gracias a su cuota de mercado de 8,2 %. Esta lista cuenta los turismos y todoterrenos, y en ambos SEAT está muy fuerte. Por ejemplo, el SEAT Arona se ha coronado como el SUV urbano más vendido, y el vehículo más vendido en general. A reseñar que un SUV como el Arona es el más vendido por primera vez en nuestro reino, por tanto otro hito conseguido. El superventas de los últimos años, el León, ha sido el séptimo vehículo más vendido del año, y el Ibiza el 11º. Teniendo 3 de los más vendidos en sus filas, nos cuadra que sea la marca de oro.
Dacia ha sido la cuarta marca más vendida en nuestro país en 2021, pero quien se lleva la medalla de plata es el Dacia Sandero, su superventas. El Sandero ha vuelto a ser el vehículo más vendido a particulares este pasado curso, y la noticia es que ya son 8 años seguidos los que lleva en lo más alto del ranking, desde 2013. No está nada mal, encima teniendo en cuenta que el 40 % de sus modelos son de propulsión por gas licuado de petróleo, convirtiéndose también en líder de esta categoría. El Sandero no está sólo y varios modelos lo acompañan para poner a Dacia bien arriba en la clasificación.
Y finalmente el bronce se lo damos a la marca que más ha crecido este pasado año, Cupra, que ha multiplicado por 4 sus ventas. No está nada mal, aunque quizás el punto negativo sea que hasta el 80 % de sus ventas han sido unidades del Formentor. Es espectacular el performance del Formentor, toda una revelación, aunque quizás necesite mayor ayuda de sus hermanos para mantener números en 2022 y años venideros.
También merecen un reconocimiento 2 fabricantes franceses. Peugeot por ser la marca que más unidades ha vendido en 2021 en España si sumamos vehículos comerciales a turismos con un 8.7 % total en cuota de mercado. Los vehículos comerciales son el fuerte de la marca del león, y por tanto se merecen un aplauso por sus logros. Y por otra parte Renault, en su mirada al futuro, también se merece una mención especial gracias a ser el fabricante que más ha aumentado sus números en tecnología híbrida e híbrida enchufable con un incremento de hasta 3,1 puntos.
Queda claro que, a pesar de los obstáculos, hay quien sabe reinventarse y ser mejor cada día, y lo prueba con números. Otros en cambio, se quedan atrás y ven peligrar su futuro si no actúan rápido, aunque lo primero es identificar el problema para poner acciones correctivas que lo solucionen. Veremos que nos depara el 2022, y quien consigue hacerse más fuerte, quien se mantiene y quien pierde su tan preciada cuota de mercado. La competencia será feroz, eso está claro.
Adrián Osés, Locos del Motor.
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