Poder controlar la climatología es uno de los sueños del ser humano desde el principio de todo, y ¿quien no ha soñado con ello? Muchas películas lo han abordado pero la ciencia ficción no se acerca a la realidad en este caso. Saber si va a llover o que temperatura va a hacer es imposible al 100 % de acierto. Cada vez la meteorología nos predice que va a ocurrir de una forma más precisa, pero sigue sin ser una ciencia perfecta. Pero para Ford esto ya no es un problema. La marca americana tiene la tecnología para simular todo tipo de condiciones climatológicas y olvidarse de los test extremos de vehículos en zonas poco confortables del planeta, por ejemplo. La humedad de la selva tropical del Amazonas, el frío del Polo Norte o el árido calor del desierto del Sahara serán cuestión de pulsar un botón. 
Suena a película de ciencia ficción pero no lo es. Todas las condiciones que os podáis imaginar podrán ser conseguidas en el Centro de Pruebas Ambientales de Colonia (Alemania), donde Ford tiene su sede europea. Desde condiciones de temperatura que varían hasta casi 100º C (-40 hasta 55), hasta condiciones de altitud de hasta 5.200 metros sobre el nivel del mar o nieve intensa y después una ventisca extrema. 
Una gran inversión pero que a medio y largo plazo va a ahorrar muchos millones de € a la marca evitando viajar a lugares extremos como el Valle de la Muerte o el desierto australiano para tests de calor extremo, al Norte de Escandinavia o Alaska para pruebas de frío extremo, o al altiplano Mexicano o las montañas de Granada para tests de altitud. Información directa en tiempo real para los ingenieros de Ford que tendrán a su disposición un arma única, que veremos como se va extendiendo entre los fabricantes de automóviles, o incluso a otro tipo de industrias. Muy interesante:
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