La temperatura es una de las variables más importantes en cualquier cosa que os podáis imaginar. Normalmente influye de manera notable, y en muchas ocasiones es la gran culpable de ciertos comportamientos. Sean temperaturas altas, bajas o suaves, debemos tener claro que algo que pueda hacernos ver las cosas de manera diferente, y ejemplos hay muchos.
Por ejemplo, su impacto es significativo en las baterías eléctricas, y los ingenieros tienen que tenerlo en cuenta a la hora de diseñar, fabricar o reparar baterías. Es un hándicap importante, y las baterías funcionan de manera más eficiente dentro de cieetos rangos de temperaturas. Los cambios de rendimiento pueden ser sustanciales dependiendo de las condiciones térmicas, y recordar que no todos los lugares del planeta tienen condiciones vamos a decir suaves. Los hay extremos con temperaturas muy altas o muy bajas, así que hacer que el vehículo eléctrico triunfe en estos lares es todavía más complicado.
Lo ideal es trabajar siempre en un rango de temperaturas donde todos los componentes no sufren en exceso, el problema es que no siempre es así. Ante temperaturas altas, el calor excesivo puede acelerar la degradación de la batería. 
Probablemente, la tasa de autodescarga aumente, al igual que la degradación química dentro de la batería, lo que reduce la vida útil y la capacidad de retener la carga. En los casos más extremos, las temperaturas excesivamente altas pueden llegar a ser peligrosas, ya que pueden causar fallos en la batería e incluso provocar incendios o explosiones.
Por contra, si el mercurio baja excesivamente, también podemos sufrir en el rendimiento de la batería. Puede disminuir la capacidad de la batería para suministrar energía rápidamente, lo que se traduce en una disminución temporal en el rendimiento. Además, en condiciones de frío extremo, la capacidad total de l batería puede reducirse. Hay historias de gente que ha ido a lugares como Groenlandia, Laponia o los Polos, y al ir a sacar el móvil para hacer una foto, ya estaban sin batería, cuando habían empezado el día con la carga al 100 %, curioso, la verdad.
Es por eso que los fabricantes siempre nos recomendarán un rango de "temperaturas suaves" para garantizar el mejor rendimiento de las baterías, pero no siempre es posible respetarlos. El tiempo atmosférico es algo incontrolable, así como también lo es cuando en ocasiones debemos viajar a lugares extremos. En estas ocasiones, será complicado que las baterías funcionen correctamente y nos den todo lo que pueden darnos en condiciones óptimas.
Todo esto está muy bien, y tiene lógica, pero hay algo que no cuadra, ¿porqué los países nórdicos son los pioneros en coche eléctrico? Noruega ya tiene más del 80 % de su flota eléctrica, sí más de 4 quintas partes de todos sus vehículos son eléctricos. Y sí, hace un frío contundente durante gran parte del año, ¿cómo se entiende si las baterías dejan de funcionar como deberían?
Noruega destaca, pero le siguen el resto de países del Norte de Europa, son Suecia, Dinamarca, Finlandia e Islandia. Con porcentajes menores, sí. Pero bastante más altos que otros países europeos como España, Italia, Reino Unido o Francia, donde el tiempo no es tan frío. Esto quiere decir que incluso cuando las baterías no funcionan al 100 % de sus rendimiento potencial, los nórdicos apuestan por el vehículo eléctrico de manera concienzuda, y que otros con mejor tiempo ni nos planteamos acercarnos a los Escandinavos.
Cuanto menos es curioso, pero a lo que íbamos, el rango de funcionamiento importa y mucho, así que debemos seguir las indicaciones del fabricante siempre que sea posible, para maximizar el rendimiento de nuestras baterías eléctricas. Con el paso del tiempo, estas indicaciones cobran más importancia, así que depende de tí.
Adrián Osés, Locos del Motor
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