Mirar hacia el futuro y hacer planes es algo normal, y si planificamos hacia donde queremos ir en un futuro cercano, a medio plazo o a largo plazo, seguro que nos irá mejor que si no planificamos nada. Con planes en nuestra vida será más sencillo intentar seguir el camino necesario para conseguirlos, o al menos dar sentido a nuestras vidas.

El plan eléctrico no funciona 2Planificar no es una tarea sencilla, y no consiste en decir dentro de un año estaré trabajando en cierta empresa o estaré ganando tal carrera o estaré viviendo en cierta vivienda. Consiste en hacer planes pero teniendo en cuenta cómo y con qué recursos se llevarán a cabo. Por ejemplo, el año que viene estaré viviendo en una vivienda concreta y la compraré con estos ahorros y a este precio. Iré pagando cierta cantidad al mes e invertiré está cantidad de dinero en muebles. Primero amueblaré la habitación, después el salón y después la cocina.

Es sólo un ejemplo cualquiera, pero nos sirve para entender de que vamos a hablar hoy. Parece claro que todo se está poniendo a punto en la sociedad actual para dar el salto de los vehículos de combustión a los vehículos eléctricos, pero, ¿cómo vamos a hacerlo? ¿nos hemos parado a pensar si es posible hacerlo? y lo más importante, ¿hemos analizado si nuestro plan es viable?

El plan eléctrico no funciona 3A priori todo suena bien, vamos eliminando los coches de gasolina y gasóleo progresivamente y hacemos que toda la población compre vehículos eléctricos. Incluso los vehículos híbridos son una herramienta de transición que nos ayude al cambio poco a poco. Pero la teoría tiene sus lagunas, ¿no os parece? Está muy bien la idea de atacar el problema climático de nuestro planeta, y reducir e incluso eliminar las emisiones de gases contaminantes, pero la realidad de los próximos años no parece que pueda sostener este cambio.

Son necesarias una gran cantidad de materias primas para contribuir a este cambio, y el problema principal es que no disponemos de ellas, y mucha gente no se ha parado a pensar en ello. Es lo que comentábamos anteriormente, debemos analizar la viabilidad de nuestro plan, y ahí es donde aparecen las lagunas. Las cadenas de suministro de todo tipo de industrias están bien resentidas por el encarecimiento general de todo, y la industria automotriz no queda fuera de esta ecuación. Es más, los materiales para construir vehículos de combustión se encarecen, pero aún más los materiales para construir vehículos eléctricos debido al incremento exponencial de aparatos que utilizan los mismos componentes como el litio, el cobalto, el cobre, etc. Se complica el tema.

El plan eléctrico no funciona 4Otro punto, cada vez existen mayor cantidad de vehículos en el mundo, y si debemos pasar a eléctricos habrá que seguir fabricando, ¿pero con qué materias primas? Faltan minas de extracción y plantas de procesamiento de metales en la actualidad. Eso sí, podríamos crear y abrir nuevos yacimientos, pero, ¿existen estos metales en La Tierra? Pues puede que sí o puede que no, habrá que buscarlos, y explotarlos de la mejor manera, pero esto no se consigue de un día para otro. Hay mucho trabajo por hacer y nadie nos dice que mientras tanto los metales necesarios no tripliquen su precio, por ejemplo. De ocurrir esto, los clientes serán los que paguen estos incrementos de costes, pero no todos podrán hacerlo. En definitiva, cada vez parece que será más complicado poder pagar y acceder a vehículos eléctricos, mientras los de combustión irán quedando defenestrados con el paso de los años. Se antojan años complicados la verdad.

El plan eléctrico no funciona 5Hay estimaciones de cuanto litio existe en nuestro planeta, pero a ciencia cierta nadie sabe cuanto es. De todas maneras, si hay el litio que se estima, apenas da para crear unos pocos millones de baterías para vehículos al año, dejando a muchos potenciales vehículos que demandará el planeta sin poder fabricarse, ya que este litio no sólo se usará para baterías de coches, sino también para ordenadores, teléfonos móviles, tablets y demás aparatos de hoy en día.

Y otro punto no menos importante, teniendo en cuenta que los tiempos de carga son elevados y de la cantidad de vehículos que tendremos en nuestras carreteras en poco tiempo, ¿cómo vamos a cargar todos los vehículos? Un ejemplo claro, si hay 10.000 desplazamientos al día entre Madrid y Barcelona en coche, y tenemos 1.000 puntos de carga entre ambas ciudades, como podremos cargar esos 10 vehículos que tocan por punto de carga al día. Eso supondría esperas y una carga de 2,4 horas por cada vehículo, ¿con eso podremos llegar a destino sin problemas? La respuesta es no, y obviamente no hay sólo 10.000 desplazamientos entre las dos ciudades más importantes de nuestro país al día, ni tenemos 1.000 puntos de recarga entre ellas. Algo no cuadra, ni tiene pintas de acercarse a que cuadre.

Tenemos un plan que no es viable, o me atrevería a decir incluso que no tenemos ningún plan. Toca reflexionar y buscar soluciones.

Adrián Osés, Locos del Motor


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