El Rally Dakar presenta novedades todos los años, y hoy vamos a hablar de una sorprendente e interesante, el primer vehículo eléctrico que tomó parte en la carrera más extrema del mundo. Fue en la edición de 2015.
El desafío de crear vehículos de propulsión alternativa va subiendo su nivel y las opciones exploradas cada vez son más. Nos referimos a soluciones híbridas, eléctricas mediante baterías o pila de combustible de hidrógeno, entre otras.
Desarrollar este tipo de soluciones para vehículos cotidianos tiene mucho mérito, pero para competición ya es otro nivel, y podríamos decir que para participar en el Rally Dakar es "nivel Champions".
El "Acciona 100% Eco Powered" ha sido el primer coche de cero emisiones de la historia en participar en el rally Dakar. El proyecto fue gestionado por una empresa española de creación reciente llamada Quionne formada por jóvenes emprendedores e ingenieros para Acciona. Un gran reto con el fin de demostrar que es posible llegar a la meta del Dakar con un coche sin emisiones de CO2.
El primer concepto del vehículo fue basado en propulsión generada por pila de combustible de hidrógeno, pero la organización del rally no aceptó las condiciones de Quionne por lo que tuvieron que ingeniárselas para diseñar un nuevo coche 100 % eléctrico que tendría menor autonomía que la opción de hidrógeno.
De todas formas, no hubo mal que por bien no viniese, ya que el diseño permitía realizar 2 cambios de baterías por etapa logrando una autonomía similar aunque la logística fuese más compleja.
El motor eléctrico diseñado generaba 300 CV y era de imanes permanentes asíncrono sin escobillas. Las baterías a bordo del coche se dividieron en 4 módulos con 450 Kg y 35 Kwh por módulo.
Los módulos fueron diseñados en exclusiva para el proyecto, con sistemas de refrigeración independientes y su propia gestión activa de energía. Además, podían ser reemplazados rápidamente cuando se agotaba la energía almacenada.
Una vez preparado, fue testado y validado según los requerimientos que Acciona definió, y tras ello enviado a la batalla con el soporte de Quionne. Albert Bosch y Agustín Payá fueron los encargados de pilotarlo en tierras sudamericanas.
¡Un gran desafío superado del que estar orgullosos!
El desafío de crear vehículos de propulsión alternativa va subiendo su nivel y las opciones exploradas cada vez son más. Nos referimos a soluciones híbridas, eléctricas mediante baterías o pila de combustible de hidrógeno, entre otras.
Desarrollar este tipo de soluciones para vehículos cotidianos tiene mucho mérito, pero para competición ya es otro nivel, y podríamos decir que para participar en el Rally Dakar es "nivel Champions".
El "Acciona 100% Eco Powered" ha sido el primer coche de cero emisiones de la historia en participar en el rally Dakar. El proyecto fue gestionado por una empresa española de creación reciente llamada Quionne formada por jóvenes emprendedores e ingenieros para Acciona. Un gran reto con el fin de demostrar que es posible llegar a la meta del Dakar con un coche sin emisiones de CO2.
El primer concepto del vehículo fue basado en propulsión generada por pila de combustible de hidrógeno, pero la organización del rally no aceptó las condiciones de Quionne por lo que tuvieron que ingeniárselas para diseñar un nuevo coche 100 % eléctrico que tendría menor autonomía que la opción de hidrógeno.
De todas formas, no hubo mal que por bien no viniese, ya que el diseño permitía realizar 2 cambios de baterías por etapa logrando una autonomía similar aunque la logística fuese más compleja.
El motor eléctrico diseñado generaba 300 CV y era de imanes permanentes asíncrono sin escobillas. Las baterías a bordo del coche se dividieron en 4 módulos con 450 Kg y 35 Kwh por módulo.
Los módulos fueron diseñados en exclusiva para el proyecto, con sistemas de refrigeración independientes y su propia gestión activa de energía. Además, podían ser reemplazados rápidamente cuando se agotaba la energía almacenada.
Una vez preparado, fue testado y validado según los requerimientos que Acciona definió, y tras ello enviado a la batalla con el soporte de Quionne. Albert Bosch y Agustín Payá fueron los encargados de pilotarlo en tierras sudamericanas.
¡Un gran desafío superado del que estar orgullosos!
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