Si en la vida real la mecánica de nuestro vehículo imaginad la importancia de esta en el mundo de las carreras. El más mínimo fallo mecánico (o eléctrico) puede hacer perder toda opción de ganar una carrera.
Ejemplos seguro que os acordáis alguno ¿no? Se me viene a la mente cuando Mikka Hakkinen perdió una carrera de Fórmula 1 en favor de Michael Schumacher por un fallo mecánico en las últimas curvas de la última vuelta. Y casi mejor ni acordarse, pero Carlos Sainz perdió el Mundial de Rallies en el 98 a 500 metros de la meta del último tramo del Rally de Gales.
En cambio, también ha habido veces donde la mecánica ha fallado pero los pilotos han hecho posible ganar carreras de forma milagrosa. De esto también hay ejemplos, y hoy nos vamos a acordar de uno muy espectacular. El piloto Noruego Andreas Bakkerud gano el WRX de Alemania 2016 con la suspensión trasera derecha rota desde el principio de la ronda final. La rueda estaba totalmente loca, pero el Noruego consiguió administrar su ventaja conduciendo de forma magistral hasta alcanzar la bandera a cuadros en primera posición.
Una actuación increíble que merece ser puesta como ejemplo de que a pesar de las adversidades es posible salir airoso de ellas, y aplica a la vida. Ahí va la lección:
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