Un vehículo y todas sus piezas tienen que ser capaces de soportar las inclemencias climatológicas durante años, sean las que sean. Temperaturas extremadamente bajas o altas, lluvia extrema o los intensos rayos del sol son sólo algunas de ellas.
Para asegurarnos de que nada daña nuestro vehículo, las marcas desarrollan diversos test exhaustivos en lugares tan especiales como el desierto del Sáhara o Laponia. Suena curioso, ¿no os parece?
Pues para que no os quepa duda de que es así, os enseñamos a que se dedican los ingenieros que SEAT envía a Laponia para asegurarse de que sus vehículos perduran desde el inicio hasta el final de su vida útil.
Pasar más de 10 semanas al año en tierras suecas de Laponia junto con otros 150 técnicos o ingenieros desarrollando más de 60 tests y cubriendo más de 30.000 kilómetros, es un gran plan. Como puntos negativos, los -25º C que tienen que aguantar de temperaturas medias y las largas jornadas de trabajo, aunque la recompensa puede ser importante, sobre todo si te gusta tu trabajo.
El circuito de pruebas sobre el que trabajan tiene una capa de al menos 60 centímetros de hielo. Buena oficina para trabajar en el desarrollo de los vehículos, que por cierto son puestos al límite para saber hasta donde pueden llegar.
Los tests se basan en la recogida de datos, donde su análisis es lo más importante para poder avanzar en la mejora del vehículo. Por tanto, y ante las condiciones tan extremas, lo más importante es adaptarse al medio y sacar las mejores conclusiones para ser mejor que tus rivales.