Llega la primavera y el invierno queda atrás, y en el mundo de los coches y motos nos vuelve a ocurrir lo mismo que nos ha ocurrido en los años anteriores, los mosquitos e insectos se adueñan de nuestros parabrisas, retrovisores y parte frontal de nuestros vehículos. Nos toca pelearnos con ellos, o lo que queda de ellos mejor dicho, para intentar mantener una buena visibilidad y apariencia de nuestro bólido.
No es tarea sencilla, y suele ser complicado dejar nuestro vehículo limpio del todo. Sobre todo cuando la pintura de nuestro coche es blanca o de colores claros, los insectos y sus restos mortales se notan más, pero están ahí adheridos debido al movimiento de nuestro coche, sea cual sea el color del mismo.
Claramente la velocidad que llevamos es directamente proporcional a la cantidad de mosquitos incrustados en nuestro coche, y el calor que hace también es una variable importante a tener en cuenta, a más calor, más mosquitos y por tanto más suciedad. El tema está en cómo poder combatir este problema, y básicamente tenemos 2 opciones, bueno 3 si tenemos en cuenta dejar nuestro coche dentro del garage y no usarlo cuando llega el calor, pero esa no suele ser una opción a tener en cuenta ya que solemos necesitar nuestro vehículo habitualmente.
La primera opción es limpiar el exterior de nuestro coche a conciencia, pero eso no vale si lo hacemos como lo hacemos en otras épocas del año. Debemos hacer un prelavado con agua caliente y jabón sobre las zonas más afectadas por los insectos. Esto es principalmente el parabrisas, los retrovisores y el frontal. A continuación tenemos que dar tiempo a esa mezcla de agua y jabón para que humedezca los insectos. Tras esto, necesitaremos la ayuda de un cepillo para retirar estos restos reblandecidos, aunque esto no será todo ya que todavía quedará algo que tendremos que volver a combatir con otra mezcla de agua y jabón. Si hacemos todo esto a conciencia, nos libraremos de esta suciedad y nuestro vehículo quedará reluciente... hasta la próxima vez que lo usemos y los insectos vuelvan a chocar contra nuestro coche. A tener en cuenta que elementos como bayetas o trapos siempre pueden ayudar, pero nunca usar estropajo, ya que rayaremos a nuestro querido amigo de 4 ruedas. El agua a presión también es un fiel aliado, aunque no siempre disponemos de ella. Podemos combinar ambas agua a presión y agua en manual, con paciencia saldrán todos los restos.
La segunda opción es utilizar algún agente químico que se asegure de que los insectos no se quedan pegados al coche. Realmente esto nos libra de limpiar, al menos en teoría, aunque requiere de volver a dar este producto de manera frecuente, ya que es complicado que siga adherido a la carrocería de nuestro coche por mucho tiempo teniendo en cuenta la velocidad y las inclemencias meteorológicas. Existen varias opciones en el mercado, así que es cuestión de buscar la que más nos convenga según el vehículo que tengamos.
Lo que queda claro es que cuando empieza el calor, es una época complicada para nuestros turismos, quizás la más complicada del año junto con el frío extremo con sus heladas y nieves, así que especialmente en estas 2 épocas, tenemos que cuidar de nuestro vehículo como nos gustaría que cuidasen de nosotros.
Adrián Osés, Locos del Motor