Está más que probado que la industria automotriz es muy cambiante y se va adaptando a las necesidades de las personas. Así ha sido a lo largo y ancho de los aproximadamente 120 años de historia del automóvil.
Aunque los SUV compactos como los que conocemos ahora son una variante automóvil relativamente nueva, ya hubo algún “Sport Utility Vehicle” hace décadas, aunque no triunfaron como en la actualidad.
Los SUV compactos actuales son vehículos deportivos y utilitarios, que en teoría combinan las ventajas de los turismos con las de los todoterrenos, aunque en realidad no destacan en nada. Al ganar altura están más preparados para hacer viajes off-road, pero nunca alcanzarán la eficiencia de los turismos convencionales debido a su mayor rozamiento aerodinámico y su mayor peso.
Si desde el punto de vista ingenieril no son una maravilla, ni sus características los hacen los mejores, ¿Por qué triunfan tanto? La verdad es que se ven muchos, ¿pero cuantos? Bueno la realidad es que no todos triunfan y verse se ven muchos, aproximadamente 4 de cada 10 vehículos nuevos son SUV. Es un número considerable y podríamos hablar de que son tendencia en el mercado.
Las necesidades de las personas “parecen” estar mejor cubiertas con ellos. Ahora las personas de cierta edad los prefieren por su ergonomía a la hora de subirse o bajarse del mismo. También es menos costoso introducir a un niño pequeño en un SUV, y la sensación de viajar a mayor altura proporciona confianza y seguridad al piloto y los ocupantes del vehículo. También se suele ganar en espacio de carga, aunque no tanto de ocupantes.
La realidad es que los SUV llegaron para la familia. La tendencia de los últimos años es de pensar en viajar con tu familia, aunque en la gran mayoría de trayectos se viaje en solitario. Antes de los SUV existían los monovolumen, que no dejaban de ser “frigoríficos con ruedas” para llevar a la familia. Con los SUV se ganó el poder llevar a la familia pero por más sitios y además tener un look más deportivo. Todo ventajas aunque en realidad se ha perdido espacio útil y en cuanto a prestaciones estamos bastante igualados entre monovolumen y SUV.
Por otra parte, están los anti-SUV, que se van hacia el punto de vista de eficiencia e ingeniería, donde claramente los SUV salen perdiendo. Mayores consumos por peso y fricción aerodinámica al ir más altos, y además los precios tampoco es que sean asequibles. Nunca llegarán ni de cerca a números de vehículos compactos y si realmente queremos eficiencia los vehículos eléctricos SUV lo tendrán más complicado que los turismos para hacerse con un buen pellizco de cuota de mercado.
Veremos hacia donde evoluciona, pero la tendencia SUV ha venido para quedarse y todo apunta a que va a seguir creciendo. Por eso las marcas han lanzado una gran ofensiva SUV con todo tipo de modelos de diferentes tamaños. Y vosotros, ¿compraréis un SUV como siguiente vehículo?